Inundaciones afectan a colegio de 700 alumnos

La comunidad educativa del colegio Ricardo Palma de La Esperanza del distrito de Chaupimarca, está muy preocupada porque en cualquier momento, nuevamente les sorprende una inundación con aguas residuales en el patio y las aulas, donde estudian más de 700 alumnos, porque en tan solo dos semanas de repentinas e intensas lluvias, padecieron esta emergencia en dos oportunidades.

Dos inundaciones. A inicios del mes de diciembre se presentó la primera inundación, la segunda fue al día siguiente de la segunda elección del 7 de diciembre, y las siguientes complicaciones se pueden presentar en cualquier momento, por lo cual, el director del plantel, Saúl Luis Carhuachín, invocó a las autoridades ayudar a la institución para solucionar este latente problema que puede traer complicaciones contra la salud de los menores, pues se trata de aguas residuales, no solo pluviales. Lo lamentable es que hasta el momento, ni Defensa Civil, ni el Programa Presupuestal de Reducción de la Vulnerabilidad y Atención de Emergencias por Desastres (Prevaed) de la Dirección Regional de Educación, dijeron esta boca es mía. “Llamamos a los Bomberos y a las instituciones pertinentes, los cuales hicieron oídos sordos, no contamos con su presencia”, afirmó; de todos modos hará un informe especial, a ver si los ayudan.

Buzones al medio. Enumeró que hay nueve buzones de desagües ubicados en distintas partes del patio, provenientes de los campamentos mineros que pertenecen a la empresa Cerro SAC, así como del barrio de Noruega Alta y Baja, de los jirones de Huancavelica, Huancayo, los cuales colapsa rápidamente ante una fuerte lluvia, sobre todo cuando se trata de granizadas. “En las dos ocasiones fueron afectados dos aulas, el laboratorio y la dirección, además del patio”, afirmó. La Municipalidad Provincial de Pasco, en la primera ocasión ayudó en la limpieza, creyeron que con esto se solucionaría, pero se repite, “quisiéramos que nos sigan apoyando en el desatoro”, pidió.

Paliativos. Por el momento, para evitar que las aguas inunden las aulas, están planeando construir unos pequeños muros, lo cual evitará que las aguas ingresen a los salones de clases, pero no evitarán que la contaminación del patio y los olores nauseabundos, propios de las alcantarillas, “sé que eso no soluciona el problema, solo son paliativos”, reconoció.

Para prevenir cualquier afectación a la salud de los escolares, el personal de limpieza está utilizando desinfectantes y algunos aditivos para reducir la contaminación con el desagüe que afectó a los tres niveles, inicial, primara y secundaria. No pueden encargarse de todo el problema porque están ocupados con el fin del año.