Luego de 20 días de campaña navideña, a fin de recaudar juguetes para los niños de las comunidades nativas de Las Palmas Ipoki, Pichanaki, Correo Huancayo cumplió con la misión de llevar la magia de la Navidad a 1500 pequeños.

La tarea no fue sencilla, pero ver una sonrisa en el rostro más humilde desprende el cansancio del cuerpo, mitiga el hambre y reconforta el espíritu.

Entendimos entonces que 8 horas de viaje a bordo de un camión de carga, sin poder dormir, y soportando el frío inclemente de la noche, valieron la pena. En estas condiciones, el pasado 21 de diciembre, a las 8 de la mañana, un equipo de Correo llegó al centro poblado de Ipoki, donde, alertados por sus autoridades, un puñado de niños emocionados esperaba nuestra visita.

Así empezó nuestra jornada. Un caldito caliente para recuperar las energías y montamos las camionetas rumbo a las comunidades nativas de Nueva Esperanza, San Pablo de Shauriato, Nueva Alejandría e Ipoki. Apenas vieron la comitiva, cientos de niños olvidaron la lluvia y corrieron hasta ella. La emoción era tan desbordante que terminó contagiando a todos.

De pronto, olvidamos que estábamos empapados, que entre comunidad y comunidad ya se nos había pasado la hora del almuerzo, y si en algún momento sentimos hambre o frío, no podíamos parar, pues todavía habían pequeños, en la comunidad siguiente, esperando por nosotros.

Pero, mientras repartíamos regalos, ellos nos repartían sonrisas, de aquellas que iluminan el rostro y te hacen comprender que tu trabajo valió la pena.

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