Con motivo de impulsar la identidad étnica en las mujeres afroperuanas y conocer el número de casos de violencia contra este sector de la población, LUNDU - Centro de Estudios y Promoción Afroperuanos impulsa la campaña “Trenza la historia”.
Esta iniciativa recorrerá durante el mes de noviembre las comunidades afroperuanas en Lima, Chincha, Yapatera y Zaña, distribuyendo afiches y cartillas con información útil para las usuarias y funcionarios de los Centros de Emergencia Mujer (CEM) de las distintas localidades, además de acciones de trenzado callejero. La campaña también tiene como objetivo central generar indicadores étnicos afroperuanos que muchas veces son dejados de lado.
“Se presentan denuncias de violencia y los funcionarios omiten preguntar sobre la raza de la denunciante porque lo consideran una ofensa. Otro grupo califica a todas como mestizas, y así distorsionan la información”, sostiene Mónica Carrillo, fundadora de la ONG. Asimismo, recalcó que se espera incrementar paulatinamente el registro de las usuarias afroperuanas.
FACTORES DE VIOLENCIA. Conforme a los hallazgos de la organización en diversos estudios realizados a lo largo de 14 años, y principalmente en el trabajo “Rostros de Poder”, el insulto racista es una de las principales maneras de maltrato contra la mujer afroperuana.
Por su parte, Rosa Dorival Córdova, socióloga especializada en libros y artículos sobre bibliografías de temas afroperuanos, indica que el machismo es otra causa latente. “Por el hecho de ser negra, los varones piensan que es “sensual” y su rol se limita a complacerlos. Así empieza la violencia verbal contra la mujer afroperuana. Es un prejuicio común”, comenta.
Para la experta, este tipo de violencia aparece desde la época escolar, y se debe entender sus efectos más allá de la dimensión del bullying. “Ese tipo de insultos influye en la manera que se relacionan las mujeres afroperuanas en edad adulta, ellas son las que más insultos sexistas y racistas sufren a lo largo de su vida”, indicó Dorival Córdova. Además, se relaciona con el prejuicio de la poca capacidad intelectual. “En general, se cree que la mujer y el varón negro son ignorantes, que no pueden aprender como el resto y enseñan con otra metodología como si fuera un subnormal”, agrega.
IMPORTANCIA. Pero este censo no solo busca visibilizar la discriminación, la cual no puede ser parte de una cultura democrática en una sociedad, sino que también quiere conseguir data más valiosa. “Su importancia es saber cuántos somos. Perú es uno de los pocos países que no conoce la población afroperuana que tiene y, por lo tanto, no hay políticas adecuadas para esta legión, como indicadores de pobreza y de trabajo. Por ejemplo, no se sabe cuántas mujeres profesionales afroperuanas hay en cargos importantes”, concluye Dorival.
EL DATO. Según el estudio “Rostros del Poder”, la mayoría de mujeres afroperuanas abandona el proceso de denuncia porque considera que solo se expone a las burlas y no consigue justicia o reparación alguna.