La música y los cantos populares constituyen un medio de conocimiento, valoración, rememoración y explicación de la historia de los pueblos.
La muliza, expresión artística por excelencia, grafica las condiciones materiales de existencia, los problemas y las esperanzas de los pueblos en donde se interpreta, formando así parte de su memoria colectiva útil para el estudio de su pasado.
ORÍGENES. El origen de la muliza se remonta a los tiempos coloniales, a partir de 1778 cuando el rey de España, Carlos III, decreta el Comercio Libre en todas sus colonias. Los negociantes no escatimaron esfuerzos para llegar al Perú en busca del oro y el azogue existentes en Cerro de Pasco, lo mismo que en Huancavelica, explotada desde 1536.
Para Rolando Casquero Alcántara, "la muliza, el canto poema, tiene sus orígenes en el norte de la República Argentina con el nombre original de Vidalita, desde cuyas tierras lejanas llegó al Perú Colonial primero y luego durante la época de la Emancipación y República, debido a las inmigraciones e intercambios comerciales de entonces y durante más de siglo y medio ha sido difundido con más propiedad en el centro del país, especialmente en Cerro de Pasco".
Del mismo modo, Dionicio Rodolfo Bernal, afirma: "el origen de la muliza podría hallarse en el comercio de los mulizos arrieros argentinos, al comercializar los metales de Cerro de Pasco (...) trajeron consigo sus cantares populares del norte argentino y los recogidos en el camino".
Los errantes del norte y sur, llegaban hasta estas tierras usando como único medio de transporte las mulas, de allí su nombre de "muleros", y con estos nobles animales trajeron su música. Con vigüela en mano, poncho y bufanda en el hombro entonaban sus penas de amor y soledad, debido a los largos viajes y ausencias, los que fueron dando origen a la muliza. A este ritmo se acoplaron las denuncias de la realidad vivencial de los mineros, la vil explotación de los minerales, así como el sudor, la sangre y las lágrimas.
NOMBRE. El nombre de muliza está relacionado al ritmo y cadencia del trote de las mulas, pues en las travesías difíciles y la lejanía de la familia, profundizaban la nostalgia de los muleros, los que al escuchar el caminar de las acémilas, compusieron canciones tristes. Al respecto, Casquero agrega: "(...) los arrieros que iban y venían de Bolivia y el norte de la Argentina al Perú, modulaban esa canción (la vidalita) que al acompasar con el paso de las mulas, que era su medio de transporte, lo hacían con melodía, gusto y sentimiento, lo que produjo más tarde con la costumbre de su interpretación el nombre de muliza".
CARNAVALES. Sergio Quijada Jara, escribió: "...cada advenimiento de los carnavales, era feliz pretexto para refrescar la mente de los compositores y músicos que estrenaban una nueva muliza o huayno. Gran labor les cupo a tres instituciones culturales: al Club Vulcano, al Club Juventud Apolo y al Club Social Lira Cerreña".
Padres. Dos ciudades se disputan la paternidad de la muliza: Cerro de Pasco y Tarma, ambos poseen fervientes defensores.