La reconstrucción del Teatro Municipal después de la ocupación chilena
La reconstrucción del Teatro Municipal después de la ocupación chilena

DLa dramática historia del Teatro ha pasado por muchas refacciones y reconstrucciones. Una de las más significativas fue la de 1885-1886. Esta, se realizó con posterioridad a su adquisición por la municipalidad de Tacna a la familia Vargas, primera propietaria del mismo.

Después de la batalla del Campo de la Alianza, el Teatro Municipal sirvió de ambulancia. Superada la emergencia, se convirtió en cuartel. En julio de 1882 estaba ocupado por las brigadas de (la) "artillería" chilena, que venían desde Mollendo.

Un artículo titulado "Teatro", publicado, ese mes, en el periódico "La Revista Comercial" de Tacna, manifestaba que las autoridades chilenas habían "pensado seriamente" en "...la reconstrucción de este edificio y que, para el efecto éstas estaban dispuestas a hacer un arreglo con los propietarios para ponerlo en estado de servicio".

En setiembre de 1882 se anunció el estreno del "Teatro Cupettini". Seguramente en las instalaciones del denominado "Teatro Provisional" porque el otro seguía ocupado por tropas chilenas. ¿Dónde se ubicó el Teatro Provisional? Dice una crónica de la época que los vecinos de la calle "Miller", hoy Arias y Aragüez, reclamaban porque "...una recua de ciento y tantas mulas que existe junto al local del antiguo teatro provisional..." molestan al público con sus ruidosas entradas y salidas y la fétida suciedad que dejan".

En la sesión de la Junta de Alcaldes del 16 de enero de 1885, el regidor Ángel Vega solicitó la reedificación del teatro. Se aprobó asignándole para ello 6,000 pesos, previa compra del inmueble. El 25 de mayo de 1885 compró en 4,000 soles a Constantino Martínez del Pino el 42% de las acciones que le correspondían. Con la señora Segunda Osorio viuda de don Cesáreo Vargas, no pudo haber trato por lo excesivo de su oferta y por haberse reservado los vendedores los derechos que pudieran hacer valer ante el Supremo Gobierno por los perjuicios sufridos en la Guerra, con motivo de la ocupación de este edificio por fuerzas chilenas. El intendente chileno amenazó con ordenar al procurador municipal iniciar gestiones para el remate público del Teatro por no admitir cómoda división. Finalmente, en la sesión del 30 de junio, la Municipalidad anunció haber comprado a los Vargas Osorio las acciones restantes. De inmediato se convocó a licitación para la reconstrucción, ganándola Juan Gabba, que la había fijado en 21,500 pesos chilenos; también se contrató al músico Walther Scott Pease para la supervisión de los trabajos.

Los trabajos se iniciaron de inmediato y con gran celeridad. Evidenciando el entusiasmo de autoridades y vecindario; mucho antes que se concluyese la obra ya se establecía el Reglamento del Teatro y las Bases para el arrendamiento. Se exigía, por ejemplo, un mínimo de 70 funciones líricas, esto es óperas, operetas y zarzuelas y se exigía que las compañías cediesen a la municipalidad 12 decorados completos. En setiembre se sacó en subasta el arrendamiento que ganó la Sociedad de "Antonio Naravez y Ángel Vega" en 3,000 pesos y el compromiso de amoblar los palcos de primer y segundo nivel. El 14 de noviembre se acuerda comprar en Valparaíso 300 "lunetas" para la platea.

El 11 de agosto se acordó comprar en 1,600 pesos, una casita adyacente al Teatro, de propiedad de los hermanos Felipe y Alina Osorio. Así se regularizaría el área rectangular que debía tener. Así también el frontis ganaría en espacio para que presente cinco puertas.

El 1º de enero de 1886 se dieron por concluidos los trabajos de reconstrucción inaugurándose la obra con la presentación de la Compañía Lírica de la famosa Gatti.

En enero de 1886 un diario informó que se habían asignado palcos para las autoridades en el Teatro Municipal poniendo los escudos de las instituciones.

A mediados de junio de ese año se comenta que con "...la terminación del espléndido coliseo, el barrio se ha hecho muy importante y a esto (se agrega) la instalación en los altos del Círculo Musical..." Por entonces se comenzó a arreglar la plazuela que como (a) pocos teatros principales del Perú le ofrecen una imponente perspectiva.

En octubre de 1900 la Junta de Alcaldes propuso la confección de una plataforma desmontable en la platea del Teatro Municipal. Al nivelar el plano inclinado del "vulgo patio" se podía usar como salón de baile.

A mediados de octubre de 1903 se colocó un telón de boca con avisos de las principales comerciales, pintado por Luis Ametis. Felizmente este lienzo publicitario duró muy poco porque fue reemplazado por otro pintado por el escenógrafo italiano Del Acqua. Era un hermoso paisaje de la ciudad de Tacna y su campiña con fondo de los imponentes nevados. Se pudo admirar hasta 1954 en que fue reemplazándolo por una cortina de tela ordinaria y el admirado telón fue hecho retazos para forrar un carro alegórico.

Cuando ocurrió el casi terremoto del 6 de junio de 1904 los "...maceteros que adornaban (el pináculo de) la fachada del Teatro Municipal se derrumbaron y se hicieron trizas en el suelo". Los daños interiores debieron ser peores, especialmente en el cielo raso y tejado, porque, cuatro días después, se informó que se refaccionaría. Para el efecto, José Luis Mujica "...que había hecho los estudios del caso...", fue comisionado por la municipalidad para viajar a Santiago (a) comprar el material necesario para la refacción, como tijerales de fierro "para sustituir los de madera que sostenían el techo de la platea.

El 8 de diciembre de 1905 se reabrió solemnemente el Teatro Municipal después de cuidadosos trabajos. E