“La satisfacción de ayudar al paciente es maravillosa”

En el Instituto de Enfermedades Neoplásicas no todo es tristeza, también existe una legión femenina de “angelitos blancos”, como la llaman los pacientes, que trata de ayudar a personas en su dura batalla contra el cáncer. Elizabeth Cisneros, fundadora de la asociación civil Alianza de Apoyo del INEN, nos habla sobre el Primer Encuentro Internacional de Voluntariado y de la rutina que mantiene dentro de uno de los hospitales más grandes de Lima. 

¿En qué consiste el Primer Encuentro Internacional de Voluntariado que están próximo a realizar? 

Hemos invitado a 4 países diferentes que dan apoyo a pacientes con cáncer. Entre ellos Ecuador, Argentina, Brasil y Chile. La idea es hacer el primer encuentro internacional en Lima para dar pie a que todos los países de la región puedan realizar un congreso de este tipo.

¿Qué las motivó a realizar esta jornada? 

Nosotras llevamos mucho tiempo haciendo encuentros a nivel nacional en diferentes zonas del norte y sur del país. Ahora estamos tratando de ampliar los conocimientos y compartir experiencias. 

¿Cuánto tiempo tiene esta organización? 

Tenemos 30 años y verdaderamente creo que somos una asociación que vive con el paciente a diario, vemos sus necesidades, requerimientos y bajo este panorama comenzamos a crear los proyectos. 

¿Cuál es su labor desde que llegó al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas? 

Mi trabajo es múltiple. Tenemos 3 campos de apoyo. Uno se enfoca en la descentralización, tratamos de formar voluntariados en diferentes provincias. La segunda área es la de apoyo al paciente, esta se divide en atención indirecta y directa. El primero es mediante el refuerzo a la institución Neoplásicas, adquiriendo equipos médicos y también participando en las ferias de salud de prevención de la enfermedad; además, queremos enseñar los estilos de vida y que con el cáncer también se puede vivir. El otro consiste en entrar al hospital y estar con el paciente desde que se somete a la detección.

¿Cómo es el trato que mantienen con un paciente en estadio avanzado?

Brindamos acompañamiento y orientación. En ese contexto, la función de la voluntaria es ayudar al paciente a moverse dentro del hospital y que le den el diagnóstico; continuar con los módulos, si es necesario, hasta la parte paliativa y la fase terminal. El paciente tiene que saber que siempre estaremos con él para escuchar todas sus necesidades. Es importante que una persona con cáncer terminal se sienta escuchada, que alguien le agarre la mano en el momento que tiene que partir, muchas veces, sin un familiar. 

¿Cómo se ha sentido cuando ha tenido que presenciar el último suspiro de una persona enferma?

Yo creo que nuestro Dios, en cualquiera que sea la religión, siempre nos da la palabra adecuada. A veces miras a una persona que tiene un tumor muy grande, pero no la aprecias como es, tienes que hablarle. Yo creo que cuando nos acercamos a un paciente algo nos ilumina para que digamos las frases adecuadas. Nosotras estamos ganando más de lo que damos y hacemos muchos sacrificios porque dejamos nuestras casas, a nuestros hijos y nietos. Sin embargo, lo que podemos dar, la satisfacción de ayudar al paciente es maravillosa. 

Tener que ver una enfermedad que para muchos es sinónimo de muerte, me lleva a preguntar, ¿qué significa para ustedes la vida? 

Es algo que valoramos mucho. Pero hay una situación que tenemos que cambiar, no siempre esta enfermedad conduce a la muerte porque un paciente se puede salvar. Por ello se hacen campañas preventivas. Hay que dar el ejemplo, tener un estilo de vida saludable y conocer que todo cáncer que se detecta a tiempo tiene cura.

¿Cuál es su próximo proyecto? 

Nos hemos dado cuenta que muchas veces el paciente no tiene un lugar donde quedarse. Sin embargo, actualmente estamos construyendo un albergue que va a estar a una cuadra del hospital. El próximo 5 de diciembre se celebra el Día del Voluntariado y queremos inaugurar el recinto en esa fecha.