La tragedia que enlutó la Navidad
La tragedia que enlutó la Navidad

ESPINAR (Cusco). Hace exactamente un año, una tragedia enlutó la Navidad. Casi todos eran residentes chumbivilcanos en Arequipa. El escenario fue el kilómetro 70 de la carretera Espinar-Santo Tomás, en el departamento de Cusco.
La tristeza, dolor e incertidumbre invadió Arequipa, que estaba a escasas horas de celebrar la Nochebuena,
porque la mayoría de los pasajeros abordaron la unidad en el terminal informal de la calle 13 de Abril, en el distrito de Alto Selva Alegre.
Las llamadas desesperantes a las radios arequipeñas, así como el plantón de los familiares frente al local de la empresa "Guapo Lindo", en la calle 13 de Abril de Alto Selva Alegre, presagiaban una triste Navidad.
La fatalidad sucedió a las 05:30 de la mañana del 24 de diciembre del 2009. Se registraron 42 muertos y 30 heridos que fueron rescatados por la Policía de Carreteras y los bomberos, pasadas las 17:30 horas, y evacuaron a los sobrevivientes al Hospital Regional del Cusco porque en el distrito más cercano a la tragedia, Velille, no había atención.

Los pasajeros se trasladaban en el ómnibus UH-2365 de la desaparecida empresa informal "Guapo Lindo", que conducía Idelfonso Quispesivana Molina, para pasar las fiestas navideñas y participar del tradicional Takanakuy (festival celebrado el 25 de diciembre y que consiste en peleas entre parejas de individuos a golpes).
Los familiares de los fallecidos y heridos viajaron hasta la zona y pasaron la peor Navidad de sus vidas porque la recibieron entre lágrimas, desesperación, hambre y falta de dinero, pues al enterarse del accidente salieron de viaje con lo que tenían en el bolsillo.
Las investigaciones policiales señalaron que el chofer había pérdido el control de la máquina por un exceso de velocidad que, sumado al pésimo estado de la carretera, ocasionó la caída a un abismo de 300 metros de profundidad.

SEPELIOS. Horas después, y tras la necropsia de ley, los familiares retiraron los cadáveres de la morgue para velarlos en sus viviendas y sepultarlos en diferentes cementerios. Uno de los dramas más sonados fue el caso de la familia de Raymundo Ataucuri Álvaro (45), Florencia Rojas Vizarreta (38), Eva Ataucuri Rojas (8) y Ronald Ataucuri Rojas (3), quienes vivían en la irrigación San Isidro, distrito de La Joya.
En aquella oportunidad, Eloy Ataucuri Salazar (24), hijo del primer compromiso de Don Raymundo, exigió justicia, pero ha pasado un año y no le devolvieron un sol ni a su familia ni a nadie, simplemente porque la empresa era ilegal y la unidad no tenía el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT). Y lo que es peor, nadie fue a la cárcel por la desgracia ni pagaron ninguna indemnización.

DELITOS. Este ómnibus carecía de SOAT, no tenía autorización para circular por esa ruta, transportaba 68 pasajeros a pesar de tener sólo 51 asientos y transitaba de noche y con lluvia para evitar los controles de Tolerancia Cero.
SUPLANTARON PLACAS. Una de las actitudes consideradas deplorables fue que representantes de la empresa Guapo Lindo se trasladaron al lugar del accidente para hacer una suplantación de las placas de rodaje. Retiraron la placa original UH-2362 del ómnibus siniestrado y en su lugar colocaron la placa UH-2292, que correspondía a otro ómnibus que sí tenía SOAT. Además, utilizando un soplete, retiraron pedazos de la carrocería donde estaba el número de chasis, se llevaron el motor y, finalmente, el ómnibus apareció incendiado.