Aunque te llenes de espinas la mano, la recompensa es una refrescante y saludable tuna. Si bien comentan que antes fue comida de "chanchos" y de los campesinos pobres que la consumían por su agradable sabor, poco a poco subió a las mesas de la clase media y hoy se come mundialmente como postre en restaurantes y hoteles 5 estrellas como el Marriott, Sheraton, Swissotel, Sonesta Posada del Inca y otros.
La tuna también es una fuente de ingreso para los que ofertan el fruto. En Huancayo, Chilca, El Tambo y el valle del Mantaro, pintorescas mujeres campesinas se ubican en diferentes calles y sentadas en sus bancas, exhiben las tunas para venderlas sobre cajones sin ponerle mayor atención al ruido de los carros que transitan por las vías.
La vendedoras para despojar la tuna que está cubierto de espina, utilizan un cuchillo para despojarla de la cáscaras con espinas cuidadosamente, evitando que las espinillas se metan debajo de la piel.
PROPIEDADES. Según los especialistas, es todo un emblema de la vida. Dicen que ayuda a bajar de peso y trata la diabetes, por lo que se ha convertido en toda una alternativa natural. La fruta en todas sus variedades tiene propiedades nutricionales, contiene proteínas, tales como tiamina, niacina y rivoflavina, además de minerales esenciales como calcio, fósforo, potasio, hierro, selenio, cobre, zinc, sodio y magnesio.
VARIEDADES. La tuna morada y blanca, la más exquisita, viene de Churcampa y llega a Huancayo los martes, jueves y sábado, y se oferta el cajón a S/. 35.00. Las tunas moradas, blancas, rojas y amarillas de Huanta, Ayacucho, Mantacra y de otros lugares llega a diario y el cajón tiene un costo de S/. 25.00.