"Así como me gusta Beethoven, me gustan Los Shapis. No hay por qué encasillar a la gente", expresa el experimentado periodista José María Salcedo al hablarnos de su pasión por la música, que lo ha llevado por estos días a presentar el monólogo El soundtrack de mi vida.
Con este espectáculo verbal, musical y visual, "Chema" desnudará ante el público los temores, recuerdos, frustraciones y alegrías que vivió a lo largo de sus 68 años.
"Cuando vine de España, a los cuatro años, confundí la Isla de San Lorenzo con un monstruo que salía del mar", cuenta.
¿Cuál es la anécdota que tuviste con Julio Iglesias?
La gente puede creer o no creer. La vida no se compone solo de los hechos que se pueden fotografiar, se compone también de imaginación, sueños y una serie de cosas más. Tuve un incidente con Julio Iglesias en el Hotel Sheraton de Lima a consecuencia de su canción No llores mi amor. En el monólogo veremos por qué me indigno con este personaje y cómo al final termino exculpándolo porque no era responsable de que sus canciones se hubieran utilizado en Chile para torturar a la gente en la época de Pinochet.
Has comentado que tienes dos frustraciones en la vida: no ser futbolista y no tocar. ¿Nunca lo intentaste?
En el colegio jugaba, pero me di cuenta de que no era tan bueno. Había otros física y técnicamente mejores que yo. Todos en la vida tenemos cosas que hubiéramos querido hacer, pero no lo hicimos por algo. La música es algo que jamás podré hacer.
Pese a tu vasta experiencia en el periodismo radial y televisivo, ¿te consideras un aprendiz?
Aprendiz, siempre, por una razón. Creo que la base del periodismo es la curiosidad. En el momento en que tú crees que sabes todo, debes retirarte del periodismo. He tenido la suerte de que -llegado un momento y tenía ciertos años- pensaba que no podía aprender nada, que sabía bastante, me aburría de ganarme la vida en estas cositas, pero ha surgido siempre el instinto de la curiosidad. Eso me ha salvado. Hay que aprender de la gente, inclusive de gente menor. Los viejos tenemos la tendencia a considerar que los jóvenes son ignorantes y pedantes. Muchos sí lo son, otros no.
A tus 68 años, ¿no has pensado dejar el periodismo y dedicarte a otras actividades?
Yo necesito trabajar varios años más porque la vejez es brava. Por favor, todo el mundo se da cuenta de que el promedio de vida ha aumentado. Los doctores, la ciencia, te dan diez años de vida. Yo respondo: "Bien, doctor, ¿me podría recetar mi primer millón de dólares también?". Si me dicen que voy a vivir diez años más con todas mis facultades, bueno. Pero si me dicen que el cuerpo se va a ir deteriorando, ¿de qué me sirve vivir diez años más con el párkinson o el alzheimer? Yo aún tengo físico, pero quién sabe, mañana salgo de acá (del trabajo) y me da un derrame cerebral. Se acabó, me quedo en silla de ruedas durante veinte años. No gracias. Te pido que si tú me ves en la calle y me da un derrame cerebral, les digas a las personas que me atienden, los basureros o los vendedores ambulantes, que el señor "Chema" no quiere vivir veinte años con derrame cerebral, a ver si hacen algo para ayudarlo.
Puedo inferir que usted no le teme a la muerte...
No. A la muerte no, porque es inevitable; a la vejez mala sí le temo; al derrame cerebral, al abandono sí le temo. La muerte para mucha gente es una liberación de ciertos sufrimientos. Yo soy hijo único y he tenido la suerte de que en mi casa siempre se hable de plata y de la muerte. Mi papá ha muerto hace dos años (diciembre 2012). Él estuvo a punto de morir en la Guerra Civil Española. La muerte está presente en mi vida... Ahora si me dices que me ha dado párkinson o alzheimer, me muero de miedo.