En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, vale resaltar que más de la mitad de mujeres jóvenes (52%) que viven en Latinoamérica aún no acceden al mercado laboral, según informó la Fundación Ayuda en Acción (AeA) a través de un estudio en jóvenes que abarca las desventajas laborales en Latinoamérica, reflejando un fenómeno que representa una de las condiciones de exclusión más importantes vinculadas a la desigual distribución del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados.
“La mayor parte de la población joven que no se encuentra activa en el mercado laboral y que tuvo que abandonar de manera prematura la escuela está integrada por mujeres pertenecientes a hogares de bajos ingresos, en especial de las áreas rurales. Podemos ver cómo las desigualdades se acumulan aterrizándose en una falta de acceso al empleo con huella de género que debemos denunciar”, explicó Elena Rúa, integrante del departamento de Incidencia de AeA.
El informe “Transiciones juveniles en desventaja al mercado laboral en América Latina”, indica que en el Perú la brecha de género entre quienes no han iniciado la transición laboral juvenil es de 11% ubicándose por debajo de Brasil (15%) y por encima de Uruguay (10%).
En América Latina llama la atención, además, la persistencia de un mercado patrón de división sexual del trabajo que se refleja en las transiciones laborales desde edades tempranas y genera diferencias notorias entre las personas que consiguieron acabar la transición a un empleo, especialmente varones, y aquellas que nunca tuvieron la oportunidad, en su mayoría mujeres.
Las diferencias entre varones y mujeres que completaron la transición supera los 15 puntos porcentuales en todos los países, llegando hasta los 28 puntos en los países centroamericanos (a excepción de Costa Rica, donde es del 13%), así como en Venezuela y Ecuador. Entre las causas, el informe señala que son las mujeres jóvenes —particularmente aquellas de bajos ingresos y áreas rurales— las que no han iniciado su transición y que enfrentan una mayor exclusión debido a la distribución desigual del trabajo doméstico y de cuidados.
La intersección entre desigualdad de género, división sexual del trabajo y educación
El 47% de jóvenes en América Latina que enfrentan desventajas en su transición al mercado laboral se puede categorizar en cuatro modalidades: transiciones de mercado con inserción laboral rápida y con brecha de género acentuada como El Salvador, Guatemala, Honduras. Transiciones de mercado con menor brecha de género, como Bolivia, Brasil, Colombia, Paraguay, Perú, Uruguay. Transiciones combinadas, con mayor retención educativa, y brecha de género acentuada, como Ecuador, México, Panamá, República Dominicana, Venezuela. Y, finalmente, las transiciones combinadas con menor brecha de género las encontramos en Argentina, Costa Rica, Chile y España.
En el total de países analizados en América Latina, el 76% de quienes no iniciaron la transición (y están en desventaja educativa porque no asisten a ningún establecimiento escolar) son mujeres, frente a un 24% son varones.
Es por ello que el acceso al empleo es fundamental para la construcción de autonomía entre las personas jóvenes y de empoderamiento de las mujeres y de quienes integran los movimientos de diversidad sexual.