Más que un Hogar para Menores
Más que un Hogar para Menores

El Centro Asistencial Residencial Medalla Milagrosa, pertenece al Mindes (Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social), acoge desde el 02 de julio del 2010, a 18 niños y adolescentes que han sufrido por abandono, maltrato físico o psicológico y abuso sexual. Del total de residentes, 11 son adolescentes y 7 son niños, entre los cuales también hay tres bebés, sin embargo, el lugar ha sobrepasado su capacidad de 12 residentes.

EQUIPO. La coordinadora general, Luz Granda Tandazo, manifestó que en el centro se cuenta con un equipo técnico, tales como una psicóloga, una trabajadora social, un asistente en enfermería, tutoras, cocineras, lavanderas, promotoras de la producción, además de seguridad y vigilancia, con el objetivo de darles a los menores todo lo que necesiten para lograr su desarrollo físico y emocional.

HERMANOS. La historia de Jeremy (7 meses), Juana (5 años) y Piero (9 años), se ha visto en otras partes del país y es una evidencia de padres irresponsables e inhumanos que exponen a sus hijos a una vida dura que ningún menor merece. La madre de ellos, a diario los dejaba abandonados en su casa para irse a trabajar, sólo con pan y agua, es así que por denuncia de los vecinos, el Estado les quitó a los niños y fueron enviados al Centro. Casi todos llegaron con desnutrición crónica, sobre todo el bebé, sin embargo, ahora están sanos y contentos de pertenecer a un hogar.

MADRE E HIJO. María López (14) y su pequeño hijo Steward (11 meses), llegaron al centro a causa de "abandono moral", allí fueron acogidos y se les cubre sus principales necesidades. Lo importante es que luego de los problemas que tuvieron que sobrellevar, hasta ahora se encuentran más unidos y felices que nunca, tal y como debe ser el vínculo entre una madre e hijo.

Éstas son sólo algunas historias de vida de menores, a los cuales la vida no les ha sido tan fácil, pero que sin embargo encontraron en el Centro Asistencial Residencial Medalla Milagrosa, un segundo hogar y quizás el único que tienen hasta el momento en sus vidas, porque en un futuro no tan lejano, siendo unos hombres y mujeres formadas, maduras y profesionales tengan que dejar el centro, abrir sus alas, independizarse y formar su propia familia.

"No es fácil trabajar con niños y adolescentes, ya que cada uno viene con diferentes comportamientos y conductas que generalmente no son buenas, ya que han sido víctimas de violencia física, abuso sexual y psicológico. Pero finalmente, es satisfactorio, porque todos han mostrado grandes mejorías en todos los sentidos", manifestó la coordinadora general, a quien los menores llaman tía Lucy.

El centro implementará su segunda planta para poder acoger a más niños, pero para ello necesita de apoyo, con mobiliario, tales como camas, cunas, cómodas, armarios; asimismo ropa y zapatos para los menores, equipos de televisión, video y música para el entretenimiento de sus 18 integrantes, los cuales sólo buscan ser comprendidos, queridos y acogidos no sólo por los que integran el centro, sino también por toda la sociedad.

Salud física y mental En el centro cuentan con un asistente técnico de salud y una psicóloga que aseguran su salud física y mental. Jairo Valladares Espinoza, se encarga de darle primeros auxilios a los menores y si hay alguna situación más grave se les traslada al Hospital de Apoyo JAMO. "Nos hace falta que nos apoyen con las ecografías, ya que en el hospital no hay esa área", manifestó Valladares Espinoza. Por su parte, Blanca Jiménez Cobeñas, es psicóloga y brinda a los menores orientación y consejería, dependiendo del tipo de problema de cada uno. Indica también que se brindan terapias individuales y grupales para el fortalecimiento del autoestima, donde también participan algunos padres de familia. "Al inicio los menores eran violentos, se agredían entre ellos, no eran obedientes, ahora la situación ha cambiado y mejorado. Todos los días, no sólo yo, sino todos los integrantes del equipo técnico hablamos con ellos", finalizó.