Mataron periodistas por franela roja de fotógrafo
Mataron periodistas por franela roja de fotógrafo

Hace 32 años, un 26 de enero al promediar las tres de la tarde (hora de la miskipa), la población de la comunidad de Uchuraccay en Ayacucho, al ver llegar a 9 extraños, los confundió con terroristas y los mató, convirtiéndolos en mártires del periodismo nacional.

LA VERDAD TRAS LA MASACRE. Correo, hablo con Alejandro Ccente, testigo presencial de los hechos quien narró, por primera vez, lo que realmente pasó en Uchuraccay. cuenta que nueve hombres: Jorge Sedano (La República), Eduardo de la Piniella, Pedro Sánchez y Félix Gavilán (Diario Marka), Jorge Mendívil y Willy Retto (El Observador), Octavio Infante (Noticias de Ayacucho) y Amador García (Revista Oiga) Junto al guía Juan Argumedo. Aparecieron en la cumbre del Huachwaccasa, al verlos se alarmaron y pensaron que eran guerrilleros que volvían para asesinar a las autoridades.

Los pobladores, en multitud, rodearon a los extraños (debido a su porte supusieron que eran limeños), el guía en quechua les dijo que eran periodistas. Sin embargo, la población enceguecida continuó pensando que eran jefes senderistas y que detrás de ellos venían muchos más a tomar venganza por la muerte de 7 de los suyos.

TRAPO LOS CONDENA. Los periodistas tenían relojes, cámaras fotográficas grandes y golosinas por lo que uno de ellos invitó a un niño de nombre Dionisio un puñado de galletas de animalitos. Los hombres de prensa mostraban sus cosas: cremas dentales, jabones, toallas, caramelos, galletas, linternas, rollos pero en uno de los maletines había un trapo rojo. Este implemento alarmó a los lugareños quienes aseguraron que eran jefes senderistas y esa era su bandera roja, solo faltaba su hoz y el martillo.

Los hombres de prensa trataron de explicar que no era bandera si no un trapo con el que cubría su cámara fotográfica, para que el polvo no le entrara. El guía explicaba que no eran terroristas, sino periodistas pero los pobladores poco o nada entendían sobre la prensa, en eso llegó el poblador Erineo Ramos algo ebrio y con un chicotillo (látigo) le dio un latigazo a uno de los visitantes, y este en respuesta le dio un empujón, eso enfureció al pueblo y así empezó la masacre por todos conocida.

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