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El 65% de menores de edad que dejan los centros de rehabilitación del país vuelven al mundo del delito tras cumplir sus condenas, según reveló un informe elaborado por el  y el 

“Hay un pequeño porcentaje (5%) que lo hace al poco tiempo de salir. Un 30% lo hace en dos años y otro 30%, hasta en tres”, se detalla en el documento al que Correo tuvo acceso. Julio Magán, gerente de Centros Juveniles del Poder Judicial, reconoció que no existe un seguimiento del proceso de reinserción a la sociedad en los menores infractores cuando estos salen de prisión. 

“Cuando una persona sale de un centro de reclusión tiene tres posibilidades: o sale igual de lo que ingresó, peor o mejor. Trabajamos dentro de todo para que no vuelvan a caer en la delincuencia”, detalló.

Las infracciones

Actualmente hay 3523 menores de edad en todo el sistema penal juvenil. De esta cantidad, 2123 adolescentes están recluidos en los centros de rehabilitación juvenil, administrados por el Poder Judicial, mientras que 1400 son orientados en el régimen abierto (servicio de consejería al adolescente en libertad), como alternativa al internamiento. 

“Los delitos que más cometen son casi parecidos a los que ocurren en el sistema penitenciario nacional: contra el patrimonio, violación sexual, lesiones, tráfico de drogas, tenencia ilegal de armas, homicidios, pandillaje, secuestros”, detalló Magán a este diario. 

Un aspecto que preocupa es que el 30% de menores infractores en el país tiene un familiar preso, según un estudio elaborado por el Ministerio de Justicia. “Muchas veces, el entorno familiar disfuncional los involucra en el accionar delictivo”, acotó Magán. 

Busca el cambio

Un ejemplo de que, a pesar de las limitaciones, los centros de rehabilitación juvenil buscan reformar a los menores que han participado en delitos es el que se busca lograr con Alexander Manuel Pérez Gutiérrez, conocido como “Gringasho”; este recluso en su estancia en el penal Ancón II ha obtenido buenas calificaciones académicas y tiene un reporte de alumno hábil y estudioso, aseguró Magán.

El joven de 22 años, que saldrá en libertad el 23 de noviembre, le manifestó al funcionario que desea seguir estudiando y que ya no quisiera volver a su entorno delictivo. 

“Cuando fue recluido en un centro de rehabilitación juvenil, a los 16 años, solo tenía primero de primaria. En mi gestión, le brindamos más espacio en educación y recreación, a pesar de las limitaciones”, señaló. 

En otro momento, resaltó que Pérez Gutiérrez tiene habilidades para desarrollarse fuera del accionar delictivo, tras su salida de prisión. 

“El está estudiando; yo tengo a la mano el reporte académico y tiene muy buena calificación. Es muy hábil e inteligente y su nivel de conducta ha variado respecto de cuando fue detenido anteriormente. Sabe leer y escribir, pero aún su nivel es bajo”, precisó Magán.

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