Mercado de San Pedro atrapado en el tiempo

CERCADO. El mercado central de San Pedro es uno de los más importantes íconos de la idiosincrasia cusqueña, que parece haberse estancado en el pasado y negarse a la modernidad, pero no se trata de querer conservar la antigua construcción sino que los comerciantes que laboran en el centro de abastos y las autoridades no llegan a un acuerdo para poder iniciar las obras.
A lo largo de varias gestiones municipales se ha proyectado la modernización de este mercado que sería de dos niveles y contaría con nuevos servicios, sin embargo la negativa de los comerciantes no permitió ningún avance.
De acuerdo a las declaraciones del dirigente de los trajabadores del Mercado San Pedro, Pablo Vargas, no es un capricho lo que los motiva a negarse al inicio de la obra, el trata de argumentar su posición diciendo que no quieren ser más los inquilinos de la municipalidad.
"Nosotros queremos que la municipalidad nos venda el stand, como lo hizo en otros centros comerciales, buscamos que sea de propiedad de cada comerciante y nosotros nos comprometemos a pagar los tributos correspondientes y el costo del espacio", fueron las declaraciones del comerciante.
Esta propuesta sin embargo choca con las normas constitucionales y de inversión pública. El municipio no puede invertir recursos públicos en los bienes del Estado, para el beneficio personal y privado.
De hecho este tema requiere un debate y una solución mayor y concreta, porque cada cierto tiempo, para evitar la modernización, salen distintas propuestas.