¿Mickey Mouse es arequipeño? Conoce la historia del hombre dentro del disfraz

Mickey Mouse vive en Arequipa, viaja todas las mañanas en combi desde el distrito de Hunter hacia el Centro Histórico de la ciudad. Tiene 45 años y suda la gota gorda en los días de calor. A veces se encuentra con “Pepa”, le da la mano y continúa su trabajo, el de vender pelotas de plástico. El ratón de Walt Disney camina en la ciudad, los niños lo saludan, los policías municipales a veces lo persiguen entre el tumulto de la calle Mercaderes, pero Mickey es feliz. Luis Carlos Ito Mamani es el hombre que disfrazado vende pelotas en el Centro Histórico.

En la calle su presencia es advertida por todos, en especial por los niños que lo saludan como si estuvieran en el mismo Disney World, y es feliz. “Los niños me preguntan cuándo llegué a la ciudad, yo les digo que estoy de pasada que he venido para conocer a todos los niños responsables, buenos y dedicados”, dice a tiempo de confirmar que nunca conoció a “Mickey”, pese a que el ratón estuvo de visita en la ciudad en diciembre del 2013.

“No tenía dinero, la entrada estaba muy cara, lo vi en las noticias, en los diarios, creo que visitó el Palacio Municipal. Mi traje es igualito”, señaló.

SU HISTORIA. Cortó la foto de un periódico, hizo a un lado la imagen de Oscar Carrillo, asesor de la Municipalidad Provincial de Arequipa, y se la entregó a su primo “Joel”, para que le confeccione un traje idéntico a su adorado Mickey. Le costó 200 nuevos soles, y un mes de espera.

El día que tuvo en sus manos el traje, cogió su mercadería, se puso el disfraz y tomó la combi hacia la calle Mercaderes.

Lo miraron extraño, Mickey estaba en una combi, era imposible, el ratón más conocido del mundo se encontraba apretujado entre la gente, incómodo, mientras escuchaba la voz del cobrador: “al fondo pues Mickey, hay espacio, apégate”.

Mickey vive en la ciudad, los días de lluvia se protege bajo los portales de la Plaza de Armas, en los días de sol camina por las sombras de los edificios de la calle Mercaderes, Rivero, San Juan de Dios y Santo Domingo.

“De vez en cuando me encuentro con el Hombre Araña, o la Pepa, nos saludamos y seguimos con el trabajo”, detalló.

Walt Disney al año genera 35 millones de dólares, Ito en buen día puede llegar a obtener 100 nuevos soles.

“Dios sabe por dónde nos lleva, hay que creer en él y cada mañana levantarse con una buena cara, porque no todos los días son buenos”. Para Luis, cada vez que sale el sol es un nuevo comienzo.

UN AMIGO. “Mickey, digo Luis, es un buen hombre, nos vemos de vez en cuando en la calle, nos saludamos, los niños nos ven raro y les parece un sueño ver a sus dos personajes preferidos juntos. A los más adultos les causa extrañeza ”, cuenta Gaspar Huamán amigo de Ito, el hombre que interpreta a la “Pepa”, el amigo de Mickey.

“El trabajo de vender en la calle, disfrazado de un personaje que admiran los niños, es una responsabilidad, ellos preguntan siempre cómo estás y respondes bien, preguntan dónde están tus padres y dices lejos, les das un regalo y luego les dices que quieran a su padres, que se porten bien y que saquen buenas notas en el colegio. Mickey es uno de nosotros los que les decimos a los niños que existe la magia, la magia de la educación”, dice Gaspar.

Mickey vive en Arequipa y su magia suele aparecer de vez en cuando.

El jueves 15 de octubre, ya cuando oscurecía, conversamos con Luis, tenía el cabello húmedo. Estar dentro de la máscara con una temperatura de 28 grados centígrados durante ocho horas es un reto. Su estatura es mediana, de un metro sesenta y cinco, es moreno y tiene ojos negros, su descripción es un secreto para los niños, es el hombre de la vida real, el ratón es el personaje que tiene una novia llamada Minnie, tiene un perro llamado Pluto y tiene como amigo a un pato llamado Donald.

El solo es Luis, quien con el tiempo ha logrado aprender la magia de Mickey, algo parecido a la película , “El aprendiz de brujo”.

Hablar con Luis no es difícil , es tan sencillo como creer en la magia, un talento que con más de 20 años de experiencia ha aprendido, pese a no haber conocido al mago Merlín o haber hecho caminar escobas.

“¿Luis sabe hacer magia?”. Le preguntamos la vez que conversamos con él mientras la gente pasaba al lado de él buscando la imagen del misterioso personaje.

“No siempre”. Contestó en el momento que una niña en los brazos de su madre, al otro lado de la acera de la calle Rivero le gritaba: “Mickey, me estoy portando bien”.