Fue inaugurado en 1869 por el presidente José Balta para unir el Rímac con Barrios Altos. Hoy, a esa función se añade ser la plataforma para que tres asociaciones de vendedores ambulantes, vistiendo polos y gorros amarillos donde señalan el nombre de su asociación, ofrezcan sus productos con autorización de la Municipalidad de Lima.
Esta medida fue adoptada por la Gerencia de Desarrollo Económico del municipio capitalino a pedido de un grupo de vendedores ambulantes que tienen prohibido ejercer su labor en el Cercado de Lima.
EXCEPCIÓN. Luis Gayoso, funcionario de la gerencia responsable de la reubicación de los ambulantes en el puente Balta, indicó a Correo que esta es una medida temporal y que cuenta con la aprobación de los integrantes del Plan Navidad Segura 2016.
“Esta medida es temporal y tiene una duración de 19 días, es decir, durante la campaña navideña. No podemos ser ajenos al pedido de la gente, por eso la reubicación en el puente Balta cuenta con la aprobación de Defensa Civil, además de la firma de un compromiso de los ambulantes de no vender comida y mantener el orden”, explicó Gayoso, y añadió que hay personal del Serenazgo presente en el lugar para atender cualquier eventualidad que se pueda presentar.
Los comerciantes del puente Balta manifestaron que no se les ha pedido cobro alguno por ocupar este histórico espacio de la ciudad.