Ante las constantes destrucciones de laboratorios de fabricación de drogas realizadas por la Policía, los narcotraficantes optaron por realizar actos violentos contra los agentes antidrogas.

En un operativo realizado en el sector Nueva Esperanza, distrito Mariano Dámaso Beraún, los efectivos hallaron artefactos explosivos conocidos como "tramperos", que tendría el objetivo de matar o lesionar a los policías.

Personal policial del Grupo de Operaciones Antidrogas Tácticos en Jungla de la Dirandro encontró dos "tramperos" cuando caminaban hacia la ubicación exacta de un laboratorio de droga.

Los artefactos fabricados artesanalmente estaban camuflados en la vegetación y se activarían cuando alguno de los efectivos tropiece o mueva una cuerda de nylon "invisible" atada en el percutor de un cañón parecido a una escopeta que dispara un cartucho de 16 mm.

La alta preparación de los agentes les permitió detectar estos aparatos y desactivarlos.