HEROES
HEROES

La pandemia del COVID-19 ha marcado la vida de millones de personas, pero sin duda, lo ha hecho con mucha más fuerza en las familias que perdieron a uno de sus integrantes luchando contra el virus. En la mayoría de casos, por segundo año, pasarán las fiestas navideñas sin su presencia.

Es por eso que en Correo hemos realizado un rápido recuento de siete personajes emblemáticos, héroes que dieron su vida por el Perú, pues priorizaron estar en la primera línea de batalla para salvar otras vidas.

Sin duda, son muchos más y nos disculpamos por las omisiones, pero esta lista intenta ser, de algún modo, representativa de todos los que faltan.

REALIDAD. Así, podemos destacar a Fredy Rueda Chumpitaz (infante de la Marina), Eber Espinoza Mestanza (comandante de los bomberos), Javier Adalberto Grande Oré (teniente coronel del Ejército), Mario Romero Pérez (Ángel del Oxígeno de San Juan de Miraflores), Rosa Quispe Ticona (enfermera), Edder Ángel Meca Contreras (suboficial de la Policía) y Luis Enrique Ramos Correa (médico infectólogo).

Todos se contagiaron mientras desempeñaban sus profesiones y luchaban para combatir la epidemia en el Perú, pero el COVID-19 los venció (ver recuadros).

Raúl Urquizo Aréstegui, decano del Colegio Médico del Perú (CMP), nos cuenta que existe cansancio de parte del personal de salud y nos recuerda que son los más expuestos a contraer la enfermedad pues atienden a los casos más graves y luego retornan a casa, donde tienen temor de infectar a sus familiares.

“Los materiales de protección están mejor que el año pasado, pero lo que no ha cambiado es el hacinamiento de los hospitales; entonces, el riesgo es alto en ese sentido, no permite una mejor prevención al personal de salud”, comentó.

PENSAR EN LOS DEMÁS. El médico pediatra es enfático en señalar que si no se toman las medidas de prevención, la tercera ola aparecerá.

“El mensaje más importante es que la vacuna protege, la muerte disminuye significativamente”, dijo, sin embargo, remarcó que estar inmunizado no significa no contagiarse del virus.

“Es una pena que, teniendo las vacunas disponibles, exista población que no quiere inmunizarse, es una irresponsabilidad”, afirmó.

En la misma línea, envió un mensaje con las recomendaciones a seguir: “Hay que usar doble mascarilla, mantener el distanciamiento social y evidentemente evitar las fiestas”.

Consideró importante mantener las medidas en un momento tan crítico, para luego “no estar llorando por la enfermedad de algún familiar querido”.

FREDY RUEDA CHUMPITAZ

Fredy Rueda Chumpitaz fue uno de los héroes de la operación Chavín de Huántar en 1997. Sin embargo, arriesgó su vida por segunda vez en la pandemia protegiendo a más peruanos del coronavirus.

El marino de 56 años cumplía labores en el distrito de Ventanilla durante el estado de emergencia. En ese momento contrajo el virus y falleció el 14 de abril de 2020 en el Centro Médico Naval ubicado en el Callao.

El suboficial tenía el grado de técnico supervisor de segundo infante de la Marina de Guerra y de acuerdo con la institución, cubría una ronda de guardia, acompañando a los comandos de área en la zona.

Sus cenizas fueron entregadas a uno de sus hijos por un integrante de la Marina con el mensaje: “Fue un hermano, un compañero y un excelente instructor”.

Rueda Chumpitaz decidió poner al país primero como lo hizo al participar en el rescate de los rehenes cautivos por un grupo terrorista en la residencia de Japón en el Perú. Allí tuvo la misión de abrir las vías de acceso al tercer equipo (de asalto) para la puerta principal, así como calcular el sistema de activación de los explosivos en la parte inferior de la residencia.

La Marina de Guerra lo recuerda como un marino destacado, con una carrera única e impecable y que tuvo un camino lleno de reconocimientos.

EBER ESPINOZA MESTANZA

“Hasta el último me dijo que quería seguir apagando incendios”. Así recordó Larry Lynch, excomandante general del Cuerpo de Bomberos del Perú, a Eber Espinoza Mestanza, la primera víctima del COVID-19 de los llamados hombres de rojo.

Él falleció el 27 de abril de 2020, mientras se desempeñaba como comandante departamental de la II Comandancia Lambayeque de los bomberos.

El héroe de rojo de 53 años se infectó cuando tenía a su cargo 9 compañías de bomberos en la región.

Eber era técnico en urgencias médicas, además de experto en rescate en accidentes vehiculares, estructuras siniestradas y supervivencia de bomberos.

Antes de infectarse, Eber Espinoza había dado cuenta de la falta de stock de implementos básicos para protegerse, tales como mascarillas y alcohol en gel, además de equipos especiales de protección.

Pese a ello, dijo que los bomberos estaban prestos para atender a la ciudadanía y dio su vida como un héroe: “Estamos en la obligación de hacerlo porque no podemos dejar de atender una emergencia”.

En respeto al fallecido, se ordenó a las compañías de bomberos izar sus banderas nacionales a media asta.

Esta será la segunda vez que su esposa e hija pasan las fiestas navideñas sin él.

JAVIER ADALBERTO GRANDE ORÉ

Durante la pandemia, los integrantes del Ejército Peruano (EP) fueron parte del grupo de primera línea, pues fueron asignados para cuidar las calles, hacer respetar el toque de queda y ayudar a que se cumpla con las restricciones del estado de emergencia, con el fin de evitar las aglomeraciones y los contagios.

Precisamente, un valiente oficial EP perdió su vida en la región de San Martín. Se trata de Javier Adalberto Grande Oré, que integraba la Promoción 101 de la Escuela Militar de Chorrillos “Gral. de Brigada Felipe de la Barra Ugarte”.

Su deceso se produjo el 30 de junio de 2020 a causa del COVID-19 en el hospital Militar Central en Jesús María.

Cabe precisar que dos semanas antes, su salud ya se había deteriorado en un intento por luchar contra el virus.

Él era oficial del Estado Mayor de la 3ra. Brigada de Fuerzas Especiales -Tarapoto.

Se contagió en actividades, mientras ejercía como jefe de patrulla en las ciudades de Tarapoto y Saposoa.

De acuerdo con la Resolución Ministerial No. 0501 de setiembre del 2020, se deja constancia de su deceso a causa del virus a consecuencia del servicio, por lo que se le dio de baja con eficacia anticipada y se le otorga el ascenso póstumo.

El documento lleva la firma de Jorge Chávez Cresta, exministro de Defensa.

MARIO ROMERO PÉREZ

En la pandemia aparecieron grupos que aprovecharon la desesperación de quienes buscaban una cama UCI para cobrar elevados costos para salvar a sus familiares y aquellos que subieron a precios exorbitantes medicamentos básicos contra la enfermedad. Sin embargo, hubo quienes destacaron por su espíritu solidario.

Aquí aparece la figura de Mario Romero Pérez, bautizado como el “Ángel del Oxígeno” de San Juan de Miraflores, un empresario que mantuvo el precio justo de este importante insumo medicinal que elevó su costo por la cantidad de pacientes que se infectaron y lo necesitaban.

El 2 de julio de 2020, Mario Romero ingresó a emergencias del hospital Guillermo Kaelin en VMT, pero debido a la gravedad de su enfermedad, fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos una semana después. No logró ganarle la batalla al virus y dejó de existir el 19 de julio.

El empresario es recordado por ofrecer el balón de oxígeno a S/15 el metro cúbico en la distribuidora “OxíRomeroGroup”. Fue un precio justo y económico para quienes necesitaban de esta medicina.

De acuerdo con una trabajadora, Mario se contagió del virus mientras ordenaba a las filas de las personas que llegaban desde la madrugada para solicitar el insumo vital. Pese a que no era su tarea, él lo hacía personalmente.

ROSA QUISPE TICONA

Entre los personajes que buscaron concientizar a la ciudadanía de protegerse del virus está Rosa Quispe Ticona. Ella fue una enfermera que le pidió a la población de Puno respetar las medidas de bioseguridad, sin embargo, el COVID-19 se la llevó el 14 de agosto de 2020.

“Lo que yo quiero pedir a la población es que hagan la cuarentena voluntaria. Salgan a la calle solo por necesidad de sus alimentos. No hagan fiestas. Por favor, demos un granito de arena para comprar esa planta de oxígeno, que la necesitamos urgente”, fue el mensaje que dio entre lágrimas la enfermera.

Ella recordó que cualquier persona puede salir infectada: “Puede ser nuestro hijo, nuestro hermano, nuestro padre. Ese es el pedido que hago a la población (respeten las medidas de bioseguridad)”.

Además, Rosa Quispe se desempeñaba como secretaria general de los trabajadores del Hospital regional Manuel Núñez Butrón y fue que la pidió a las autoridades que se contrate a más personal de salud, ante el incremento de casos y el colapso del sistema hospitalario.

Al inicio de la pandemia, más de 30 trabajadores (médicos, enfermeras, técnicos y otros) renunciaron al hospital, sin embargo, Rosa se quedó para seguir atendiendo a los pacientes de COVID-19. Eso le costó la vida.

EDDER ÁNGEL MECA CONTRERAS

Con tan solo 35 años, Edder Ángel Meca Contreras se convirtió en la primera víctima mortal por COVID-19 de la Policía Nacional.

El suboficial PNP acudió al hospital el 29 de marzo de 2020 por un dolor en el pecho y una fiebre que no lograba soportar.

Edder Ángel tenía sospechas de haberse contagiado mientras desarrollaba labores durante el estado de emergencia. Y pese a que tenían que hospitalizarlo, no se logró por la falta de disponibilidad de camillas.

Le llegaron a inyectar oxígeno para que pueda respirar, pero el 31 de marzo por la tarde falleció.

Durante una ceremonia, el entonces presidente Francisco Sagasti se refirió al fallecido suboficial: “Siempre recordaremos a aquellos que expusieron sus vidas para cumplir con la sagrada misión de atender a los ciudadanos en esta emergencia sanitaria, contra un enemigo invisible que está cobrando la vida de miles de peruanos”.

LUIS ENRIQUE RAMOS CORREA

El 17 de marzo de 2020, el médico Luis Enrique Ramos Correa narró en sus redes sociales que se dirigía a evaluar los casos positivos de COVID-19 y pese a estar muy agotado, lo llenó de aliento y emoción saber de las muestras de cariño de quienes aplaudían en sus balcones al personal de salud en señal de agradecimiento.

Luis no solo es recordado por ser el infectólogo que atendió al “paciente cero” en el Perú, sino también porque un año después de su mensaje, el 17 de marzo de 2021, falleció producto del coronavirus.

El médico de 40 años estuvo hospitalizado con el 90% de los pulmones comprometidos, luchando por su vida durante 11 días. Se contagió mientras cuidaba a los infectados, y capacitaba y ofrecía asistencia técnica para tratar la enfermedad en diferentes regiones del país.

Hace unos meses su familia celebró una misa por su sexto mes de fallecimiento. Su hermana Guadalupe dijo allí que nunca dejará de admirarlo y se comprometió a que todas las generaciones sepan lo maravilloso que fue el ángel de la bata blanca.