Con el desalojo de las familias de la Asociación Monte Real, del terrenos que pertenece al Gobierno Regional de Tacna, en Viñani, los más perjudicados son cerca de doscientos menores de edad que perdieron sus útiles, uniformes e implementos para estudiar en sus centros educativos.
Luego del desalojo ejecutado el pasado viernes, cerca de cien familias permanecen aún en el perímetro del terreno donde vivieron nueve años, en espera de ayuda de las autoridades.
Los pobladores desalojados, en su mayoría, tienen más de tres hijos, que casi todos estudian en el colegio Luis Alberto Sánchez, que está frente a sus viviendas que fueron destruidas tras el desalojo.
"Tengo cuatro hijos y no tienen nada ahora, se quedaron sin uniformes ni útiles”, sostuvo Antolina Huamán, quien contó a Correo que el año pasado su vivienda fue consumida por un incendio y lo poco que tenía fue destruido en el desalojo.
Similar drama vive Olinda Aduvire Marón, quien acudió al hospital para alumbrar a su tercer hijo y al regresar encontró su vivienda destruida; ahora con su bebé en brazos pide apoyo para alimentar a sus hijos ya que perdió todos sus bienes.
Otros pobladores indican que dentro de los menores afectados se encuentran algunos con discapacidad y la falta de agua y servicios higiénicos podrían generar enfermedades en los niños, por lo que exhortaron a las autoridades a apoyarlos. “Nadie se acerca a vernos, dicen que somos invasores y traficantes, pero no tenemos nada y vivimos ahora en la calle”, sostuvieron.
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