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En la región Puno son muchos los niños que practican el arte de sus ancestros, afirmó Rolando Colquehuanca, miembro de la asociación regional de artesanos “Manos Unidas”, entidad organizadora del concurso de habilidades de pequeños provenientes de distintas provincias de la región.

La actividad se desarrolló a un costado de la Plaza de Armas de la Ciudad Lacustre y atrajo la atención de, principalmente, ciudadanos extranjeros.

Una de las técnicas ancestrales que los infantes demostraron es la del misuito, consistente en hilar a mano para hacer sogas. El pequeño José Ramos Mamani, natural de Pichacani, fue el encargado de sorprender a los espectadores. Otra demostración interesante fue la de Yamira Quispe Quispe, quien trabaja la arcilla para hacer los toritos de Pucará. “Mis papás me enseñaron este arte, vendemos estos toritos a quince soles pero pueden llegar a costar más”, aseguró la niña. Una tejedora por excelencia demostró ser María Rubí Quisocala Gutiérrez quien llegó desde su natal Lampa. “Me gusta mucho tejer, de grande quiero ser artesana y enfermera, yo hago guantes, chalinas y muchas otras cosas”, contó. Y desde Juli llegó Milagros Vichata Arpita, ella a sus cinco años domina perfectamente el arte del bordado. “Me gusta dibujar y hacer nuevos diseños”, comentó.

Mientras tanto, Rolando Colquehuanca refirió que todos estos niños son la continuación del arte andino, los herederos.

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