Como era de esperarse, las obras en el tramo San Miguel-Magdalena, que inició ayer la Municipalidad de Lima para ampliar un carril más en la Costa Verde y construir en la zona dos by-pass y un malecón, ocasionaron un descomunal caos en el Circuito de Playas desde las primeras horas del día.
Las largas colas de vehículos empezaron a formarse en las subidas que dan salida a la Costa Verde hacia diversos distritos de la zona, desde las 06.30 horas aproximadamente.
La zona se hizo intransitable y los conductores de diversos tipos de vehículos mostraron su extrañeza, inconformidad e ira por lo desatinado de realizar obras justo en una época como la de fin de año, cuando de por sí las vías se congestionan con facilidad.
Otros calificaron la medida como inoportuna y errónea.
INOPORTUNO. "Justo en estas fechas cuando hay mayor movimiento vehicular y congestión, la señora alcaldesa ordena hacer estos trabajos. Ha tenido todo el año para hacer las obras, ¿por qué justo para Navidad y Año Nuevo?", manifestó el conductor José Antonio Carhuaya.
En tanto, mientras los carros se apilaban uno tras de otro por más de un kilómetro de vía, cientos de conductores hacían sonar sus bocina al unísono, lo que incomodaba a transeúntes y pasajeros de los vehículos, que luchaban por desplazarse.
Algunos conductores, desesperados por la larga espera, descendían de sus vehículos para intentar ver hasta donde llegaba la hilera de autos.
"Justo en verano los vecinos no podrán bajar por la Costa Verde, ya que la vía está cerrada. Esto va a ser un caos porque todos tendrán que bajar a pie", recalcó indignada Sheyla Sanabria, mientras trataba de ingresar por la subida Sucre del tramo de la Costa Verde en San Miguel.
El chofer de un taxi manifestó indignado que el Circuito de Playas es una vía que sirve como ruta alterna o escape, ante el caos que se produce por las vías normales en distritos como Miraflores, San Isidro, Magdalena y San Miguel.
"Llevo unos 25 minutos parado acá intentando entrar al Circuito de Playas, pero es imposible. Un trayecto en el que tradicionalmente me demoro 15 minutos, hasta ahora no logro siquiera iniciarlo", manifestó.
ZONAS ALEDAÑAS. Pero si el infierno se vivía en plena Costa Verde, el tráfico inmenso también se formaba en las vías contiguas por la parte de arriba al acceso.
En la zona al final de la avenida Brasil, el caos era el doble. Decenas de vehículos intentaban ingresar a la Costa Verde, mientras que otra cifra similar intentaba salir para enrumbar por la avenida La Paz o Brasil, en el último distrito señalado.
El intenso tráfico vehicular se prolongó por varias calles alternas al Circuito de Playas.
Este cierre, realizado bajo ordenanza de la Municipalidad de Lima, comprende todo el distrito de San Miguel, desde la Costanera hasta la subida Sucre y durará aproximadamente cinco meses.
A su vez, el ingeniero Antonio Chung, quien supervisa el inicio de las obras, explicó que la vía estará cerrada por cinco meses, por lo que se espera que en los próximos días las personas tomen sus precauciones y accedan rutas alternas.
"La Costa Verde era utilizada para evitar otras vías en las horas punta, pero por ahora ya no se podrá transitar. Sabemos que eso afectará a muchas personas que intentan llegar a tiempo a sus trabajos, pero debemos saber que es en beneficio de todos", recalcó Chung.
rutas alternas. El gerente general de Emape, Rafael López, pidió comprensión a los conductores por las molestias que pueda ocasionar y señaló que existe un plan de desvío vehicular.
Según conductores encuestados por Correo, esos desvíos (ver infografía) no habían funcionado porque no fueron propagandizados con la debida anterioridad, como debe hacerlo una autoridad municipal.
POR LA NOCHE. Pero si el caos vehicular se sintió en horas matinales, durante la caída de la tarde y la noche el tránsito por la zona se tornó infernal.
Las largas filas de vehículos trataban de salir por la subida Sucre hacia las avenidas de San Miguel o San Isidro, pero no lograban conseguir su objetivo.
El tránsito de vehículos, que tradicionalmente a las 18.30 horas se hacía en 5 o 10 minutos, ayer por la tarde se conseguía entre 20 a 30 minutos.
"No es posible que mientras nosotros tratamos de hallar una salida, no haya ningún representante de la Municipalidad de Lima tratando de ordenar el caos que ellos mismos han originado", dijo el conductor de una camioneta que pugnaba por hallar una ruta alterna.
Mientras el infierno vehicular se desarrollaba en el Circuito de Playas, en la parte de arriba de la avenida Sucre, dos tristes policías de tránsito trataban a silbato limpio de ordenar el tráfico. Pese a ello, no lograban su cometido.
"Cómo es posible que ante la magnitud de las obras que se realizan y el consiguiente impacto en el tráfico que se va a generar, no se haya coordinado con la Policía para poner orden y aliviar el tránsito. Es inaudito, llevó más de media hora tratando de salir de este atolladero para llegar a mi casa y hasta ahora no lo consigo", dijo iracunda una mujer.
Conforme la noche se acentuaba, el tráfico se hizo menos denso. Esto es, que si bien las hileras de vehículos persistían, un tramo que se realizaba con normalidad a las 20.00 horas en 5 minutos, a esas horas de ayer se realizaba en 20 minutos.
Un conductor de taxi consultado pidió que haya mayor presencia policial a partir de la fecha para tratar de aligerar el desbordante caos vehicular.
"Y pensar que estas obras van a demorar cinco meses. Imagina lo que pasará en plena época de verano, cuando la gente viene a las playas desde temprano y se van ya de tarde. Este pandemonio se va a triplicar", dijo cansado el taxista.