En Chosica se respira polvo, destrucción y muerte. Los huaicos caídos el lunes en los sectores de La Trinchera, Ramón Castilla, Tres de Octubre, Libertad y Paradero Inca Kola han provocado 8 muertos, 6 desaparecidos, 25 heridos, unas dos mil personas damnificadas y 95 familias afectadas en todas las quebradas. Ellos lo han perdido literalmente todo.
La avalancha ocurrida en la quebrada Rayos del Sol no tiene comparación con otro incidente natural, pues arrasó con viviendas y familias.
Por la fuerza del barro y las piedras, muchas casas se han derrumbado y sus paredes han aplastado a varias personas.
IMPOTENCIA. Eso le sucedió a Ana María Mariño Álvarez (22), su hijo Piero Stefano León Mariño (3) y su hermano Misael Mariño Álvarez (11).
Ellos son las víctimas de una familia que fue sorprendida cuando se produjo el gigantesco huaico a la altura del kilómetro 36.5 de la Carretera Central.
“Se siente una inmensa pena por no haber podido hacer mucho para salvar a mis hermanos y sobrino. Traté de ayudarlos a salir de la casa, pero la fuerza del huaico no me permitió. Es terriblemente doloroso ver cómo a tu hermano se lo lleva el huaico…”, recuerda Jesús Andrés Mariño Álvarez, mientras sus ojos se llenan de lágrimas.
En tanto, su vecino Emilio Vicharra Silvestre tuvo un poco más de suerte, ya que su yerno Abel Torres Peña y su nieta Fátima Peña Vicharra sobrevivieron al terrible huaico y ahora se recuperan de sus heridas en el hospital José Agurto Tello.
“Han pasado 24 horas y no hemos recibido ninguna ayuda. Los inspectores de Defensa Civil, policías, un grupo de serenos y hasta el ministro del Interior, José Luis Guadalupe, llegaron hasta acá, pero no han traído ni una botella de agua”, cuenta con tristeza en su rostro.
La falta de agua y energía eléctrica hace más difícil la situación.
LENTITUD. Durante un recorrido desde el kilómetro 28 de la Carretera Central, cerca al puente Los Ángeles, hasta el desvío hacia Santa Eulalia y Ricardo Palma, en Huarochirí, a la altura del km 38, la zona de Rayos del Sol es la más golpeada. Las toneladas de roca y barro han cubierto unos dos mil metros de la carretera.
A lo largo de este tramo han quedado semisepultados tráilers, volquetes con material de huaico, cisternas cargadas de combustible, autos, coasters, combis y hasta un cargador frontal.
Los conductores y propietarios se mantienen al lado de sus vehículos para cuidar sus unidades.
Mientras el chofer Mario Escobar Apolinario nos contaba que había vuelto a nacer, ya que tuvo que bajar de su vehículo para buscar refugio, el huaico lo golpeó y con las justas se salvó al colocarse detrás de un muro.
Otro conductor atrapado con su automóvil en el lodo reveló algo que nos puso los pelos de punta.
“Los colegios cercanos a la zona (Josefa Carrillo y Guamán Poma de Ayala) mandaron a sus casas a los alumnos en plena lluvia. Unos 25 o 30 escolares que caminaban por la carretera y otros que viajaban en las dos combis al ver que bajaba el huaico con fuerza tuvieron que subir a un tráiler para salvar sus vidas, pero otros fueron arrastrados y quizás están enterrados por el lodo y las piedras”, contó el chofer Fabián Vílchez.
TRABAJOS. Una solitaria pala mecánica trabajaba a la altura del kilómetro 36 de la Carretera Central para retirar todo el material que bloqueaba la vía, mientras un cargador frontal esperaba la llegada de los volquetes para retirar las toneladas de lodo y piedras. En ese sector, casi mil vecinos damnificados de la calle Jorge Chávez y Andrés A. Cáceres empezaron a limpiar codo a codo sus casas arrasadas por el brutal huaico, que como una inmensa bestia sin control ha tumbado paredes, rejas, veredas y todo lo que encontraba a su paso.
ANGUSTIA. Por la noche, el rumor sobre la rotura de una tubería de la represa de Huinto, gran reservorio de agua que genera energía eléctrica, causó pánico entre los chosicanos de las zonas afectadas, que en estampida huyeron en busca de protección.
Felizmente, todo fue falsa alarma.
SUSPENDEN CLASES
En vista de que las lluvias y huaicos ponen en peligro a más de 20 mil escolares, el Ministerio de Educación decidió suspender las clases hasta el fin de semana. El titular del sector, Jaime Saavedra, señaló que tras una inspección por la zona se comprobó que 37 instituciones educativas fueron afectadas por el embate del huaico. Apuntó que el día del deslizamiento, 5496 estudiantes y 357 docentes, que estaban en 231 aulas, fueron evacuados hacia zonas altas y seguras.

:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/CPMGYK3XNBEHLOJ3BVLHVN4WXQ.jpg)


