El comandante de la Policía Elmer Bustamante Zevallos, quien desde el 8 de noviembre esta con orden de captura ordenado por el Juzgado de Investigación Preparatoria de Amarilis, no fue a trabajar a la oficina de administración de la Dirección Territorial Policial (Dirtepol) Huánuco, a donde fue cambiado tras el escandaloso robo de 44 kilos de cocaína.
Mientras su abogado prepara la apelación a la resolución judicial, esperando que le varíen la orden de detención por comparecencia restringida el oficial continúa en la clandestinidad.
Familiares y amigos coincidieron en indicar que la acusación fiscal no tiene fundamentos claros para enviarlo a prisión, como ocurrió con los suboficiales Hugo Tarazona Tarazona y Jimmy Gargate Salvador.
En la víspera y enterado de la orden de captura en su contra, el oficial se comunicó con Correo, para exigir una exhaustiva investigación respecto a lo ocurrido en la base policial, que él dirigió hasta el 26 de octubre.