El distrito de Quivilla, provincia de Dos de Mayo, ubicado a tres horas de viaje de Huánuco, es reconocido no solo por la calidéz de su gente y su clima, sino también porque allí fabrican desde el 2004, los muebles más finos del Perú y de América con fines de exportación, gracias a la iniciativa y trabajo social emprendido por el sacerdote salesiano de origen italiano Ugo De Censi, responsable de la Operación Mato Grosso en América.

La escuela de talleres funciona en el distrito de Pachas, donde niños y jóvenes de familias pobres que habitan las diferentes comunidades, son acogidos para ser capacitados gratuitamente; también reciben instrucción, formación profesional, comida y alojamiento.

Con la instrucción recibida los jóvenes reclutados se convierten en talladores, escultores y verdaderos artistas de los andes, cuyas obras son vendidas en el Perú y en Italia.

Una vez culminado sus estudios, pasan a formar parte de la Asociación de Artesanos Don Bosco Perú, instalado en Quivilla, donde fabrican muebles y tallados de maderas fina como cedro, nogal y lenga chilena, generando sus propios ingresos con un empleo cerca a su familia, de su tierra, de su gente y de sus valores.

El padre Daniel Varroli, un hombre con carisma y de espíritu bondadoso, es el artífice de monitorear los talleres de artesanía donde son formados los niños y jóvenes.

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