Paola Carpio exige declaratoria de emergencia ambiental

La alcaldesa interina de Arequipa, Paola Carpio Pérez, no solo exigió a la ministra de Salud, Midori de Habich, y la presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara, la declaratoria de emergencia ambiental de la cuenca alta del río Chili por los malos olores del agua potable que se consume, sino también advirtió que, de no hacerlo, Arequipa se levantaría en una huelga.

"No podemos esperar más, no importa que estemos en elecciones regionales y municipales, con la salud de Arequipa no se juega, se nos respeta", enfatizó en la tarde de ayer, luego de reunirse con las autoridades y con la Autoridad Nacional del Agua.

FUNDAMENTO. Carpio Pérez argumentó su pedido con los análisis realizados por la Universidad Católica de Santa María y la Dirección de Salud Ambiental.

"Los estudios concluyen que no son aceptables para el consumo humano porque no cumplen las características (olor y sabor fétido)", agregó.

Además, a través de un medio nacional, la alcaldesa provincial en funciones cuestionó a la empresa de Servicios de Saneamiento, Sedapar y a la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema) por la dotación del agua potable maloliente para Arequipa, que, a su manera de ver, significa una burla.

COMISIÓN. Por su parte, el presidente de la Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso de la República , Justiniano Apaza Ordóñez, recordó que una delegación de urgencia, integrada por funcionarios del Ministerio de Salud y de la Autoridad Nacional del Agua, llegará hoy para hacer los estudios sobre el contenido de las represas de Arequipa como El Pañe, que ha sido motivo de preocupación durante todo el mes de septiembre.

El parlamentario se mostró dispuesto a ver la declaratoria de emergencia.

Tiempo. Son cerca de 26 días que los 60 mil usuarios de Arequipa consumen agua potable hedionda. El suministro pestilente empezó en el distrito de Alto Selva Alegre y luego se generalizó.