Una gran cantidad de pobladores del distrito de Huayllay acompañó el cortejo fúnebre de los tres vecinos que perecieron intoxicados cuando se quedaron dormidos sin percatarse de una fuga de gas propano que llenó la habitación.
Los restos mortales de Roberta Villanueva Poma (54), Prudencia Mateo Pablo (55) y de Raúl Caballero Gallardo (40 ) llegaron a la iglesia principal de Huayllay, donde se oficio una misa en presencia de la autoridades distrirales.
Los acongojados pobladores dijeron que los fallecidos eran personas muy reconocidas por su constante apoyo en labores sociales y su destacada participación en las actividades religiosas del distrito, por ello incluso aquella noche se quedaron preparando los alimentos para los asistentes a la peregrinación.
(Con información de Lucía Cruz)