Un perro y un gato arrojados al Río Rímac fueron rescatados por un valeroso policía. Los animales tenían varios días en el lugar sin comer y llorando por las noches.
Fueron los vecinos quienes llamaron a emergencias y de inmediato llegaron los agentes Acero y Márquez, quienes procedieron al rescate.
La gata arañó al efectivo pero pudo ser rescatada, mientras el can no puso resistencia y ambos fueron puestos a salvo.