La mañana de hoy, martes, se inauguró el Sistema Integrado de Identificación Balística (IBIS, por sus siglas en inglés) que permitirá potenciar la capacidad de investigación de la Policía Nacional del Perú, con la finalidad de resolver con mayor eficacia los crímenes cometidos con armas de fuego.
Esta moderna herramienta, considerada como la más sofisticada en el mundo y que ubica a la Policía Nacional en el nivel de las mejores Policías del planeta, permitirá incrementar la capacidad resolutiva de los servicios de investigación pericial de identificación balística y contar con dictámenes periciales concluyentes y, sobre todo, oportunos.
El ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, señaló que el sistema IBIS reduce a 5 ó 10 minutos lo que antes tomaba muchos días en comparar los cartuchos o proyectiles vinculados a un hecho delictivo con las muestras existentes en los archivos del programa. "Es un aporte importante que el Gobierno del Presidente Ollanta Humala hace a la Policía Nacional y que nos pone al nivel de las Policías más modernas del mundo", añadió.
El IBIS es una gran base de datos digitalizada que almacena las imágenes de las huellas balísticas de proyectiles disparados y casquillos percutados experimentalmente, y que permite la identificación del arma de fuego utilizada en un hecho criminal, mediante comparación con los proyectiles y/o casquillos encontrados en la escena del crimen.
"Antes era un registro manual, que dependía más de la capacidad del ojo del perito; hoy vamos a tener una comparación electrónica, que va a permitir reducir de un modo importante el universo de armas que generen rasgos parecidos", agregó Pedraza.
Adquirir el sistema IBIS para la Policía Nacional ha sido posible gracias a un convenio de compra de Gobierno a Gobierno entre el Perú y Canadá, suscrito por el Ministerio del Interior con una inversión que asciende a 10 millones 500 mil nuevos soles.
¿Cómo funciona el IBIS? Una vez recogida la muestra, ésta es sometida a un análisis microscópico con el fin de determinar las características propias del arma. Cuando hay un disparo, en el casquillo y en el proyectil quedan marcas que a simple vista no son perceptibles, pero microscópicamente sí. Cada arma deja unas señales particulares y únicas, como la huella digital en los humanos.
Los proyectiles y casquillos recogidos en la escena del crimen son integrados al sistema, capturándose las imágenes digitales de los mismos, que son correlacionados automáticamente por el equipo, entre toda la base de datos que posee el programa. De esta forma, el perito balístico puede establecer si el arma se encuentra relacionada con otros delitos.
El sistema tiene cuatro componentes: una Estación de adquisición de casquillos (Brasstrax), una Estación de adquisición de proyectiles (Bullettrax), una Estación de análisis (Matchpoint) y un Servidor de correlación y concentrador de datos.