Policía de Italia captura a pareja de peruanos por falsificación
Policía de Italia captura a pareja de peruanos por falsificación

Como parte de una operación policial llamada “El Carajo”, seis personas de nacionalidad sudamericana, entre ellas una pareja de peruanos, fueron detenidas la semana pasada por la policía de Milán, en .

La policía italiana acusa al grupo de latinos por el delito de asociación delictiva, ya que se dedicarían a la producción y entrega de documentos falsificados que, en su mayoría, eran utilizados por inmigrantes.

La intervención se llamó “El Carajo” por el nombre del restaurante donde se capturó a los seis latinos.

En este lugar, según las investigaciones, se realizaba la entrega de papeles falsos, como pasaportes, documentos de identidad, permisos de conducir de diversos países, los cuales eran enviados desde nuestro país.

Para esta distribución ilícita, el peruano Juan Carlos López Valera, de 57 años, dueño del local “El Carajo”, habría contado con la complicidad de uno de sus trabajadores.

De acuerdo con la Policía, cerca de la caja registradora del citado restaurante se halló un pasaporte, documentos de identidad y permisos de conducir sudamericanos que estaban a la espera de ser retirados por los clientes.

Dinero incautado

Durante el operativo, realizado tanto en el restaurante como en la casa de López Valera, la Policía italiana incautó 26 diferentes tipos de documentos y siete mil euros en efectivo, probablemente producto de la venta de los papeles falsos.

También se encontró siete pasaportes sudamericanos, 13 permisos de conducir italianos y de otros países, así como seis tarjetas de identificación peruanas y chilenas.

Además de la detención de Juan Carlos López, la Policía intervino a su esposa Abigail Lisset Borda, de 24 años.

Modus operandi

El cerebro de esta organización vive en Perú, aún por identificar, a quien los pedidos le eran solicitados desde el país europeo. Después de encargarse de la fabricación de los documentos falsos, enviaba el material a Milán a través de un cómplice peruano, quien finalmente se contactaba con el propietario del restaurante “El Carajo” para la entrega final a los solicitantes.

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