Los agentes del Instituto Nacional Penitenciario llegaron raudos a la celda N° 7 del pabellón ‘D’ del penal de Huancayo. Los presos lanzaron el celular sobre una de las camas, pero ya era tarde. Los internos no supieron explicar cómo ese equipo fue a parar a sus manos.
Fue a las 11:15 horas de ayer que el personal del INPE conoció que unos reos tenían un celular oculto. La revisión fue rápida, el equipo tenía chip y funcionaba con pilas artesanales hábilmente acondicionadas, en lugar de una batería.
Los presos Félix Rodríguez Taipe (29), acusado de secuestro, quien fue trasladado del penal de Chanchamayo y Saúl Bravo Swelles apresado por robo agravado en La Oroya, serían los ‘dueños’ del celular.
Por poseer el objeto prohibido, ambos reos afrontarán otro proceso y la sanción se sumará a las sentencias que ya les dieron.