Prometen ganar la Copa Perú en memoria de hinchas (VIDEO)

“En honor a los hinchas que fallecieron por ver a su equipo, vamos a llevar al Águila al fútbol profesional y traeremos la Copa Perú a Huancayo”, expresó enérgico el delantero y capitán del Sport Águila, Amílcar Lobón, quien junto a los integrantes del plantel acudieron al velorio de los muchachos fallecidos el domingo en un accidente de tránsito en Tarma.

Los futbolistas del llamado equipo del pueblo, Percy ‘Pulpo’ Ríos” y Luis ‘Cholito’ Ríos cargaron arreglos florales y colocaron camisetas rojiblancas encima de los ataúdes de los hermanos Miller y Yony Paitán Ortiz, Edgar Paitán Condori y su primo Walter Espinoza, quienes fallecieron cuando el auto en el que viajaban se despistó y rodó por un abismo de 250 metros para terminar destrozado en el río Tarma. La visita y encuentro entre los fenecidos hinchas y sus adorados ídolos fue emotivo en los jirones Unión y Amazonas en Chilca. “Familia Paitán, presente te quieren, Walter Espinoza, presente”, corearon los muchachos.

“Estamos conmocionados, los acompañamos en su dolor por nuestros hinchas acérrimos , nosotros estamos tocados por este fatídico accidente y la pérdida de 5 vidas, lo sentimos mucho, por eso todo el grupo se hace presente para darle fuerza a la familia y tratar de aplacar este dolor que ustedes sufren”, acotó Lobón que cogió una vela, la encendió y rezaron para que los hinchas estén al lado de Dios, ya que ahora son sus ‘Ángeles de la Guarda’.

Ayuda. El presidente del Sport Águila, Idóneo Quispe, manifestó que reunió 3 mil soles para apoyar en los gastos del sepelio, ya que el Afocat no cubrirá los funerales de las víctimas.

Entre tanto, las viudas Silvia García, Karina Valencia y Esperanza Ccanto sufren el desconsuelo de haber perdido a sus parejas. Ellas pidieron apoyo, ya que los hinchas fallecidos eran el sustento para sus bebés de meses de nacidos y un niño de 5 años. Ahora no les alcanza para los nichos. La madre de Walter Espinoza estaba inconsolable y tras escuchar a los futbolistas del Águila, se dirigió a los presentes en quechua, expresando lo difícil que será para ella vivir sin su hijo, que laboraba como ayudante en un bus interpovincial. Su casa quedó pequeña y la gente se acomodó en la calle.