Foto: Andina
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El Consorcio Cohidro, que se adjudicó el , desistió formalmente de seguir con el proyecto porque considera que no podrá cumplir con subsanar las 400 observaciones efectuadas a su Estudio de Impacto Ambiental (EIA), según dio a conocer la Asociación Civil Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR).

Mediante una carta que dirigió el consorcio Cohidro al Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace), le solicita que concluya con la evaluación ambiental porqueo no podría presentar los estudios ecotoxicológicos como parte del procedimiento de certificación ambiental, obligatorios, según los acuerdos de consulta previa.

Según la carta, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) convocó el concurso para elaborar dichos estudios el 27 de noviembre del 2019, por lo que no podría tener levantadas las observaciones para el 8 de enero del 2020.

Es decir, según señaló DAR, ello implica la paralización del proyecto, por la falta de estudios técnicos suficientes para responder ante las más de 400 observaciones realizadas al mismo.

Vanessa Cueto, vicepresidenta de DAR, señaló que se debe recordar que los estudios ecotoxicológicos permitirían identificar cómo responder al hecho de que durante la elaboración del EIA del proyecto se encontraron sustancias potencialmente tóxicas y agentes cancerígenos como el arsénico en niveles por encima de lo seguro para el ecosistema, en más del 50% de muestras de sedimentos recogidas para la línea de base del EIA.

Esos sedimentos, prosiguió, pudieron ser removidos del fondo durante el dragado de los ríos, con lo que entró en contacto con el agua. “Los estudios ecotoxicológicos eran claves para indicar el curso de acción a seguir, para evitar daños a la salud de los pueblos indígenas que usan el agua de los ríos, así como a los ecosistemas amazónicos”, precisó.