Completamente destruido quedó el puesto policial instalado en el campamento minero del sector de Tocota, en la provincia de Caravelí, luego del ataque producido en la madrugada del último martes por un problema en la delimitación de una veta de oro.

CONSTATACIÓN. Con la presencia de un fiscal, juez y gobernador de Caravelí, ayer se visitó las principales zonas afectadas. Las habitaciones de los agentes del orden estaban hechas cenizas, al igual que algunas de las viviendas de otros mineros informales que vivían en sectores cercanos. No solo los ambientes lucían de tal forma, sino también las pertenencias de los policías. Los informales arrasaron con todo y no se pudo recuperar ningún bien.

AUXILIO. Los 35 miembros de la Unidad de Servicios Especiales (USE) de Arequipa tuvieron que trasladarse en diferentes unidades al Puesto de Auxilio Rápido de la PNP instalado en Huanuhuanu, pues más de 300 manifestantes los agredieron con armas de fuego y dinamita.

En tanto, se supo que los cuatro efectivos que resultaron heridos, Junior Martínez Lipa, Jonathan Ramos Cueto, Álex Romero Peña y Fermín Paredes Guerra, están recuperándose de los golpes y heridas ocasionadas por las pedradas recibidas en varias partes del cuerpo.

APOYO. A las 5:00 horas de ayer, el jefe de la División Policial de Camaná, Jorge Arturo San Martín Parra, acompañado de 5 oficiales y 56 suboficiales, se dirigió hasta la zona de conflicto, que se encuentra resguardada por otros 35 agentes de la USE. Informaron que aún hay manifestantes ubicados en lugares estratégicos, por lo que el ingreso y salida del campamento es difícil y peligrosa.

REVOLTOSOS. Trascendió que los mineros aún se encuentran por la zona y continúan provistos de armas de fuego, dinamita y otros explosivos. Asimismo, se informó que ningún policía está retenido.

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