Imagen
Imagen

Once de la mañana. La sala de espera del consultorio del médico Mario Orihuela está llena de gente en EsSalud.

Se trata de uno de los profesionales más demandados en el hospital III, su fama se ha extendido entre los usuarios porque es uno de los pocos que se atreve a combinar sus saberes aprendidos en las aulas y laboratorios con la tradición heredada desde nuestros antepasados.

La cultura andina, como en todo, ha hecho aportes interesantes al universo, en esta ocasión conversamos con el doctor Orihuela, quien además es columnista de este Diario, sobre su trabajo y su visión cultural de la medicina.

Usted es promotor de la medicina preventiva ¿por qué es importante?

El origen de las enfermedades está en falta de prevención. Eso se hace con varios es quemas, tanto occidentales como orientales.

Mientras más enfoquemos un tratamiento en forma natural, más adecuado es. Incluso frente a la crisis económica y necesidades de otro tipo que hacen que un paciente no pueda invertir en su salud.

Eso se trata con un buen sueño, alimentación adecuada y natural, no usar alimentos tóxicos, el entorno emocional agresivo, ejercicio físico, el minimizar el estrés; hace que sea todo un protocolo de prevención.

¿Estamos hablando de modos de vida entonces?

Prácticamente, sí se trata de modos de vida.

¿Tiene influencia entonces con vivir en el campo o en la ciudad?

Generalmente en el campo tienen una vida más saludable que en la ciudad, allí usan más agua natural, nutrientes, alimentos puros. En la ciudad es otro tipo de vida, donde el factor estresante es mucho más alto y se ocasionan múltiples enfermedades.

¿La medicina natural ha tenido la tradición de ser conocida como empírica, esto ya está superado?

La tendencia es combinar tanto medicina occidental como natural o folclórica, respetar las costumbres de nuestras zonas es mejor.

Ese es mi plan, ese es mi objetivo, por eso trato de cambiar la mentalidad de la población hacia lo natural, para usar productos andinos que recién se están conociendo como buenos, como la quinua con nutrientes con alto valor energético para todos los sistemas de salud.

¿En EsSalud, donde usted trabaja, hay un área para este aspecto?

Usamos la medicina complementaria como parte de complementación en las terapias nacidas desde la experiencia occidental.

Y si tuvieramos que rescatar algo especial de la cultura andina, ¿qué aportes se están haciendo al mundo desde lo andino?

Trabajamos bastante con el ch’acco, la quinua, el cañihuaco, como parte de la terapia natural. El ch’acco es para problemas gástricos y de articulaciones, infecciones crónicas, incluso como antioxidante como limpiador del colón.

Entonces el ch’acco podría ser el aporte de los andinos, ¿esto ya está extendido en la aplicación de la medicina científica?

Por ahora trabajamos en el ámbito regional, trabajamos con sustento médico, no con sustento empírico. Por ejemplo, el ch’acco es un protector contra cáncer gastrointestinal y lo estamos aplicando en este hospital.

¿Y cuáles son los males que en promedio se presentan en mayor medida entre sus pacientes?

Actualmente es la obesidad, los problemas cardiovasculares están destrozando nuestra sociedad, en todos los niveles sociales, es a nivel mundial, tiene que ver mucho con la condición de alimentacion y en todos los estratos.

Curiosamente se presenta la obesidad y la anemia como males en la región Puno, es paradójico...

Es que hay mala nutrición, es diferente, puedo ser obeso pero anémico, no hay nutrición adecuada y con soporte de orientación. Por eso hay niveles altos de anemia en todos los niveles, tiene que ver con la mala nutrición, parasitosis y aportes inadecuados de nutrientes.

Por cierto, los escolares no son vigilados en el consumo de productos en las famosas tiendas escolares, ¿cómo debería de ser?

Claro, ahí está el asunto, en la comida natural, los docentes tienen que saber qué tienen que llevar en la lonchera los niños.

TAGS RELACIONADOS