Los tubos para el Gasoducto Sur Peruano (GSP), que comenzaron a llegar a Perú en enero de este año, empezaron a ser colocados en fila en la zona de Ticumpinía, distrito de Echarati (Cusco) donde se inicia, para ser soldados y posteriormente enterrados.

El complejo proceso de traslado a la provincia de La Convención, fue bastante dificultoso, no solo para llegar a la zona donde empieza, sino en los diferentes puntos de acopio a lo largo del sistema.

Asimismo, el pasado 21 de mayo pasado se marcó un nuevo hito con el inicio de la apertura del derecho de vía, que es el territorio por el que transcurrirá el ducto.

El Gasoducto Sur Peruano, que tendrá una extensión de 1,134 kilómetros, atravesará las regiones de Cusco, Apurímac, Puno, Arequipa, Moquegua y Tacna, las mismas que se verán beneficiadas con el uso de una energía más limpia y económica.

En un inicio, el sistema estará en condiciones de transportar 500 millones de pies cúbicos por día y se estima, en el mediano plazo, ampliar a 800 millones de pies cúbicos por día.

La construcción de este megaproyecto energético tendrá un impacto positivo en la economía del país, sobre todo en la macrorregión sur, generando más de 6,000 puestos de empleo directo y cerca de 25 mil indirectos.

Cada tubo mide 32 pulgadas de diámetro, pesa aproximadamente 5 toneladas y tiene 12 metros de largo.

El 50 por ciento del sistema de ductos pasará por territorios ubicados a 3,000 metros sobre el nivel del mar, alcanzando una altura máxima de 4,890 metros sobre el nivel del mar.

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