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El sol da vida, pero también puede traer la muerte. Si hace diez años un limeño podía exponerse media hora ante el astro rey sin protección solar ni sombrero. Hoy esa exposición puede resultar peligrosa y a veces mortal.

Hace diez años, en Lima el nivel promedio de radiación en febrero era de 10 (alto) con picos de 13 (muy alto). Desde el 2013, los niveles en este mes oscilan entre 13 y 14 (muy alto) con picos de 15 (extremo).

En algunas zonas de Lima este, llegará a 16 este año. Sin contar a ciudades como Arequipa Junín, Cusco y Cajamarca, que superan de largo el nivel 15.

Radiación feroz. Según Orlando Ccora, especialista en radiación del Senamhi, la capa de ozono que filtra buena parte de los rayos UVA y UVB (el más peligroso) se ha debilitado en un 2% en estos últimos diez años, a raíz de los gases contaminantes que liberan las zonas industriales de los países desarrollados del norte.

Ese fenómeno ha ocurrido en la región sudamericana (costa peruana, norte chileno y ande boliviano), lo que ha permitido que los rayos UV ingresen de manera directa al Perú.

¿Cuáles son los principales efectos de este fenómeno? El XIII Congreso Mundial de Cáncer de Piel, celebrado en Madrid, concluyó que existe un incremento vertiginoso de los casos de esta neoplasia, con una frecuencia que llega a multiplicar por cinco el de tumores de mama o de próstata, a raíz de la radiación alta.

Si tomamos esa conclusión para el Perú, cuyo nivel de radiación en la capital llega a 15 y en los andes a 20 (cifras no registradas en otras partes del mundo), hablamos de un riesgo letal y casi preferencial, afirma Ccora.

Para muestra basta un botón. Según estadísticas del Ministerio de Salud (Minsa) y EsSalud, anualmente se registran en el Perú unos cinco mil casos de cáncer a la piel. De esa cifra, el 75% se produce por los rayos ultravioleta (UV) y la prolongada exposición al sol sin protección.

creciente. Lo preocupante es que desde hace diez años el número de casos de esta neoplasia va en aumento. La Dirección General de Epidemiología del Ministerio de Salud registró, en el 2006, unos 940 casos de cáncer a la piel solo en sus hospitales. En el 2012, esa cifra bordeaba los 1900. A ello se suman las 450 defunciones anuales.

Cecilia Ma, presidenta de la comisión sectorial de implementación del Plan Esperanza del Minsa, dijo a Correo que ese aumento es por una mayor frecuencia de chequeos médicos y la apertura del registro clínico, pero no descartó a la radiación UV como un factor importante y dominante.

“La radiación solar es el principal factor que altera las células. Ahora hay más radiación que hace diez años”, agregó.

Hace 30 años, el cáncer a la piel ocupaba el décimo lugar en neoplasias. Hoy está en el cuarto puesto.

Adiós bronceador. Tanto Ccora como Ma coincidieron en que el uso del bronceador en Lima con su nivel 15 de radiación UV es una puerta abierta al cáncer de piel. Incluso Ma agregó que “la camisa de mangas largas” es mejor protector que el bloqueador.

Le preguntamos a Ccora qué pasaría si en diez años la capa de ozono se debilita otro 2%.

“Con debilitarse solo 1% más se dispararían los casos de cáncer”, contesta.

“Si los países desarrollados no acuerdan reducir los gases contaminantes, en 10 años Lima puede llegar al nivel UV 17”, agregó.

Solo nos queda cuidarnos, sentencia.