Ramiro Llona confiesa que sale poco y que de un tiempo a esta parte su conexión al mundo ha sido el Facebook. Desde aquí postea los avances de sus trabajos, sus lecturas y también sus opiniones. De hecho, fue a través de su muro -y no un comunicado de prensa- que en abril de este año anunció el retiro de toda su obra de la galería Lucía de la Puente, cuando esta pretendía cobrarle el 50% por la venta de sus pinturas, levantando harta polvareda en la escena de arte local.

"El Facebook es un espacio democrático. Tengo más de cinco mil amigos", relata desde su casa de Chorrillos, donde también se encuentra su taller, mientras alista su próxima exposición: Barranco a pie, muestra fotográfica que es un descubrimiento de la ciudad, una mirada nostálgica de una Lima que se va. De un Barranco de antaño captado con la tecnología de hoy, a decir: un IPhone e Instagram -la aplicación para edición de fotografías más popular para teléfonos móviles-.

"He tomado fotos toda la vida. Estas las hice muy temprano, a la hora que dejo a mis hijos en el bus que los lleva al colegio. Luego salgo a pasear con mi perro. Comencé a caminar por la playa, por el Puente de los Suspiros. Fotografiaba las cosas que me llamaban la atención pero con mi Iphone. Las fotos fueron hechas entre 6:30 y las 8:00 de la mañana. A esa hora no hay carros, las calles están vacías. La ciudad tiene neblina. La neblina es maravillosa. En algún momento desdibuja las formas pero acentúa su temperamento. A esas horas la ciudad es otra sin el transporte urbano que invade la ciudad como un virus y hay caos, y tienes que andar con cuidado", cuenta Llona con el teléfono en la mano. Fotos: Víctor Vásquez /Ramiro Llona

Puedes leer esta nota completa en la edición 134 de la revista , que sale a la venta hoy a nivel nacional.

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