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Por segundo día consecutivo, ayer amaneció tomado el campus de la Universidad Nacional del Altiplano (UNA Puno) por los estudiantes de la Facultad de Ingeniería Estadística e Informática, quienes exigen la implementación de sus laboratorios.

Sin embargo, el rector de esta casa superior de estudios, Porfirio Enríquez Salas, acusó al decano de esta facultad, Samuel Pérez Quispe, de instigar y ser el directo culpable de la toma de local, los días martes y miércoles, perjudicando a cerca de 20 mil estudiantes en la etapa final del primer semestre.

Enríquez sostuvo que para el día de hoy, 13 de agosto, estaba previsto sostener una reunión con los docentes y estudiantes interesados, pero se adelantó que los alumnos no asistirán, pues optaron por la toma del local.

El rector añadió que esta medida de protesta fue emprendida es por factores políticos internos.

ACLARA. En respuesta a la primera autoridad, Pérez Quispe dijo que lamenta las expresiones de Enríquez, puesto que actualmente ostenta ya un cargo, por lo tanto no puede reelegirse, mucho menos aspirar otro cargo en la misma institución.

PROTESTAN. El rector se aproximó ayer ante los estudiantes que mantienen tomado el local de la UNA, allí les pidió que levanten esta medida, pero su actitud fue calificada como una imposición que más allá de iniciar el diálogo para solucionar este problema ha empeorado la crisis.

“El rector vino todo prepotente, sin voluntad de diálogo, gritando a los estudiantes y eso no me parece el actuar de una autoridad. Él debe emplear sus buenos oficios y conversar con los muchachos a fin solucionar este inconveniente”, refirió Pérez Quispe.

Al cierre de la presente edición el acceso a la UNA Puno continuaba cerrado.

Las actividades académicas han quedado en situación de suspenso.

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