El expresidente de la Corte Superior de Lima, Ángel Romero Díaz, aseveró que por mandato constitucional y vivir en democracia, los fallos del Poder Judicial se deben cumplirse "nos guste o no".
Sostuvo que el no hacerlo desacredita las resoluciones y genera mayor desconfianza en los magistrados, de ahí que no prudente el irrespeto por la administración de justicia y menos satanizarlo.
Afirmó que existen procedimientos para expresar desacuerdo respecto a un fallo.