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Con las lunas rotas y abolladuras quedaron una ambulancia y un vehículo privado luego de que unas rocas se desprendieran del acantilado de la  en la zona de o.

Un fuerte estruendo alertó ayer varias personas que transitaban de norte a sur por el conocido circuito de playas de la Costa Verde. En menos de un segundo, las piedras se desprendieron y cayeron desde lo alto del acantilado.

Nelly Herrera, cuyo carro se vio afectado por el deslizamiento, aseguró que su hijo de 13 años se salvó de una muerte segura, ya que una roca cayó a pocos centímetros de su cabeza.

“Mi carro está todo abollado. ¿Quién me lo va a reconocer? Cualquiera muere aplastado y todo sigue igual”, dijo la afectada.

MIS MALLAS. Ante ello, el subgerente de Defensa Civil de Barranco, Luis Ulloa, reconoció que el carril izquierdo de la Costa Verde es sumamente riesgoso y aseguró que para marzo el acantilado estará protegido por enredaderas que detendrán la caída de piedras.

A su vez, fuentes de la Municipalidad Metropolitana de Lima aseguraron que durante los próximos meses se procederá a colocar las tan anunciadas geomallas en las zonas álgidas.