En medio de un ambiente de entusiasmo y alegría de los homosexuales, hace 17 años Rosita Ayre Porras, tras pavonearse en la pasarela, luego de una reñida elección entre una decena de participantes, se convirtió en Miss Travesti de Huancayo y se hizo conocida como "Rosita Perú". En ese entonces, la soberana apabullada por la emoción, rompió en alegre llanto que correspondía a los momentos emotivos que vivió todo el auditorio en el ex cine Tambo, en una brillante noche de la elección, donde el ícono de la comunidad gay, Coco Marusix le impuso la corona.

Rosita Perú, habla con naturalidad de que tuvo una pareja durante 6 años, después de su alejamiento, decidió darse una nueva oportunidad y manifiesta: "soy soltera y hago lo que quiero" , y en esos reproches dolidos está el ideal de su vida, el amor, como declara Rosita: "sin amor no hay nada. Sobre la pareja ideal, precisa: "la pareja que busco debe ser un hombre que me quiera, que sea cariñoso y sepa valorarme. Un solo hombre, un solo amor. Un compromiso duradero, que anula la conciencia dolorosa de estar sola".

En otro segmento de la conversación, Rosita Perú, lleva años un tratamiento hormonal para tener un cuerpo perfecto de mujer. Con respecto al matrimonio gay que terminó en bronca, refiere: "el amor dentro del vínculo matrimonial, el carnal se nutre del placer y debe entenderse que el placer está relacionado con la responsabilidad, no solo antes, sino en curso de la vida marital. La felicidad del amor colma a la persona en una sensación de armonía, tranquilidad y plenitud"

Luego menciona: " hay que saber mantenerse en vigencia. No soy 90-60-90. Soy como le gusta a la mayoría de hombres 92-62-92. Soy una aventura linda para los chicos al igual que mis amigas".