Rotura de tubería de Sedapal afectó a 300 familias
Rotura de tubería de Sedapal afectó a 300 familias

Un gran estruendo, similar al de una explosión, y violentas corrientes de agua que arrasaban con todo a su paso, llenaron de pánico y desesperación a los pobladores del sector Micaela Bastidas, en Villa María del Triunfo, quienes presenciaron cómo una tubería matriz de Sedapal se reventó y causó un tremendo desastre. Unas 300 familias resultaron damnificadas.

El incidente se inició al promediar las 2 de las madrugada. Un fuerte estruendo alertó a los moradores, quienes desesperados salieron de sus viviendas y vieron cómo una tubería matriz de Sedapal había explotado, dejando salir ríos de agua que arrasaban con todo a su paso y prácticamente destruían sus viviendas.

LAS VÍCTIMAS. "Nunca en mi vida había visto algo similar; parecía el fin del mundo. El agua salía con una presión incontrolable y arrasadora", manifestó aún conmocionada doña Alberta Yahuaira mientras veía cómo la violenta corriente de agua había sumergido hasta el techo su vivienda.

Tan solo minutos después de haberse roto la cañería el agua ya había inundado por completo cuatro casas y un depósito de autos, generando la pérdida total de los más de 15 carros que albergaba.

"Llamé desesperada a Sedapal desde las dos de la mañana y nadie vino. No podía dejar de llorar de desesperación. Pensé que moriría", reveló doña Herminia López.

Las pistas y veredas de la zona se desmoronaban como arena, mientras que varias paredes completamente humedecidas amenazaban con desplomarse en cualquier momento.

De pronto, un macizo muro de concreto que pertenecía a un depósito de vehículos colapsó, causando el pánico de las personas que circulaban por la zona.

"Casi me cae el muro encima. Esto es un infierno", vociferó entre lágrimas una vecina.

Al promediar las cinco de las mañana, el agua ya se había propagado a siete manzanas a la redonda, dejando a más de 300 familias damnificadas y sin un lugar donde pasar la noche.

SIN NEGOCIOS. Los ríos de agua turbia propulsados por una gran presión llegaron hasta el mercado Micaela Bastidas, donde 300 comerciantes perdieron toda su mercadería y objetos de valor.

"No sé qué voy a hacer. Estoy endeudada y ahora he perdido todo. No tengo de qué vivir", dijo entre lágrimas doña Fernanda Taipe mientras intentaba en vano sacar parte de su mercadería.

Al cabo de unas horas, la fuerte presión de agua hizo reventar dos tuberías de desagüe, lo que provocó que el agua pestilente se esparza con mayor fuerza por las viviendas y comercios.

En tanto, miembros de la Unidad de Rescate de la Municipalidad de Lima hicieron denodados esfuerzos por rescatar a siete familias y dos personas de la tercera edad que quedaron atrapadas en el segundo y tercer piso de sus viviendas.

"Tuvimos que usar escaleras y camillas con poleas para sacarlos por la ventana, pues el primer piso de sus casas estaba como bajo una piscina", indicó el efectivo de Serenazgo Jorge Gallegos.

Los damnificados pidieron ayuda, pues no tienen dónde pasar la noche.

VEHÍCULOS AFECTADOS. Un camión de Sedapal que se dirigía a la zona del aniego para brindar ayuda provocó un profundo hueco en la pista y quedó atrapado por varias horas en el mismo mientras el asfalto se agrietaba y dejaba salir agua filtrada.

Ingenieros de Defensa Civil explicaron que todo el suelo del sector Micaela Bastidas es un relleno sanitario, y que al entrar en contacto con el agua se desmorona fácilmente. Las autoridades evacuaron a las personas de la zona.

De otro lado, al borde de la muerte quedó el morador de la zona Juan Carlos Llanos luego de recibir una potente descarga eléctrica cuando intentaba bajar la palanca de luz en su casa inundada.

Llanos relató que al ver que su vivienda se encontraba sumergida en el agua, decidió desconectar la corriente y sin tomar precauciones cogió la palanca con la mano. La fuerte descarga lo sacó despedido varios metros.

COLEGIO INSERVIBLE. Al borde del colapso quedó la institución educativa Micaela Bastidas de Villa María del Triunfo, debido a que el agua del aniego se filtró por sus paredes y puertas, convirtiéndolas en cascadas.

Eran las 6 y 30 de la mañana cuando la directora Olga Cruz Collantes llegó al centro educativo para iniciar su jornada laboral y notó que la gran cantidad de agua había inundado cada una de las aulas.

"Fue horrible. Todos los salones estaban sumergidos y el agua salía como chisguete por entre las paredes. Parecía que iba a explotar", manifestó la profesora Adriana García.

Al lugar llegaron 15 miembros del Cuerpo de Bomberos, quienes alertaron que el lugar podía colapsar en cualquier momento y pidieron evacuar la zona. "Es un terrible peligro. Cualquier movimiento y todo se viene abajo", recalcó el brigadier José Carlos Panizo.

Maestros del plantel indicaron que más de 1500 alumnos de primaria y secundaria perderán clases.

Las pérdidas se calculan en más de S/.150 mil, ya que el laboratorio con las computadoras, libros y demás útiles quedaron completamente destruidos.

En tanto, los bomberos, haciendo uso de camiones y palas, cavaron huecos en el patio del plantel a fin de liberar la presión del agua y evitar el colapso de las estructuras.