Rubén Goicochea: "La sociedad sigue viendo a las personas ciegas como ‘pobrecitos’"

Cursó Sociología en la Universidad San Marcos y ahora estudia Derecho en la Villarreal. A los 32 años, Rubén Goicochea Huari es el secretario general de la Unión Nacional de Ciegos del Perú (UNCP). Ahora que la Sunedu impulsa el licenciamiento de las universidades, diario Correo conversó con él para conocer cómo viven los estudiantes invidentes su estancia en las casas de estudio superior.

¿A qué se enfrentan los estudiantes ciegos en el ámbito universitario? 

Primero, para llegar a la universidad el estudiante se prepara. Una vez que llega ahí, asume su defensa y se incluye o se excluye, ya va a depender de él.

Sin embargo, yo siempre digo: ¿qué pasa si este estudiante no se preparó bien socialmente?.

¿Qué pasa en ese aspecto?

Se asume que un chico ciego no puede salir a fiestas, divertirse, salir con sus amigos o tirarse la pera. O sea, que es un santito. Pero luego este chico llega a la universidad y, si sus amigos quieren salir, irse a una discoteca, él no puede porque viene su mamá a recogerlo; y como el chico es “un santo”, simplemente se excluye. Así, será bueno académicamente, pero no socialmente.

¿Qué sería lo adecuado? 

El chico ciego tiene que ir a la universidad, y si alguien lo acompaña, bien. Pero si luego aprende que es necesario salir solo, movilizarse solo, golpearse solo y jalar los cursos, porque eso pasa si no estudia, tirarse la pera o irse a una fiesta si quiere, ese chico está haciendo su vida como cualquier joven. Así, cuando llega a la universidad, lo aceptan tal y como es.

A nivel institucional, ¿cómo están las cosas en las universidades?

En la universidad no se está viendo bastante la política de inclusión de discapacidad en el tema de información, cuando ahora con la tecnología es fácil. Hasta ahora nos siguen dando separatas, cuando es más simple que nos las manden por correo electrónico. Así yo, ciego, puedo leerla en mi computadora. Ahora, no todos tienen laptops o computadoras. Pero si tuviéramos la información de manera digital, sería más fácil.

Usar tecnología para integrarlos… 

Claro. Aprovecharla. Si incorporamos la tecnología al ámbito universitario, mejor. Una vez llevé un curso virtual en el JNE. Lo terminé, di mis exámenes y nunca se enteraron de que era ciego. La tecnología horizontaliza, y eso es lo que queremos. Que no haya diferencias, que no haya un “tú no puedes hacer eso”, sino un “cómo lo vas a hacer”. La tecnología ha roto las barreras que la sociedad misma nos pone.

¿La universidad no debería apoyarlos en ese aspecto? ¿No es un riesgo que lleven a diario esos equipos? 

Yo pienso que debería apoyar si la persona ciega no tiene, como prestándole un equipo. Si no sería un tema como de asistencialismo. Lo que sí considero es que debería haber una computadora dentro de la biblioteca en la universidad. Ahí yo pienso que sí falta el apoyo de las mismas autoridades, que tengan un tema de empatía. Pero aquí hay un tema: la sociedad todavía sigue viendo a las personas ciegas como “pobrecitos”.

Hay mucho paternalismo… 

Sí. Mucha sobreprotección. Ven al “cieguito” -por cierto, es un término peyorativo- y dicen “pobrecito”. Pero la realidad es que ese “cieguito” es malo, bueno, fregado, correcto, estudioso o no. Total, somos personas, independientemente de nuestra discapacidad. Si las autoridades entendieran eso, dirían, tal vez, vamos a darles mayores facilidades para que puedan ser más independientes.

¿Qué tan difícil es la estancia de un estudiante ciego en la universidad? 

Son pocos estudiantes ciegos los que terminan sus carreras en 5 años. La situación de la persona ciega es complicadísima. El tema laboral, por ejemplo, no está abierto. Pero el tema más fuerte es que la sociedad misma nos discapacita. ¿Por qué tenemos nosotros la discapacidad? No tanto por un tema médico; nos sentimos con discapacidad porque la sociedad nos hace ver así.

¿Qué dificultades encuentran en su vida universitaria? 

El acceso a la información es el inconveniente principal; por ejemplo, en el empleo de separatas. Esa es una gran limitación para nosotros. A veces dejan una separata un viernes, y llego a la universidad el lunes y tengo que sacar en ese momento la copia. Pero, ¿qué hago si no puedo leerla y el examen es al día siguiente? Habría sido mejor si la separata estaba en mi correo, pues la bajo de internet y la leo.

Sobre Rubén Goicochea

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