En la cama de un hospital la abuelita Teodora Huamán Quispetuca (60) recuerda el peor día de su vida. Aquella mañana, su vecino le entregó un periódico y le repitió el nombre de su hijo, que fue recluido en el penal por herir con cuchillo a una mujer.
La madre desesperada corrió a buscarlo al local policial de Millotingo y no lo encontró. Pese a su delito, el muchacho era el único que se encargaba de ella. Desde entonces la vida de esta mujer se convirtió en un calvario.
La sexagenaria padecía por cálculos y en ocasiones hasta dejaba de comer por varios días para no sufrir cólicos, pero la enfermedad avanzaba y terminó en la cama del hospital Carrión.
LA OPERAN. Finalmente la desdichada mujer fue operada y hoy le darán de alta. No obstante fuera del nosocomio, la espera una cuantiosa deuda por el alquiler de un cuartito donde vive y que no paga hace 8 meses y probablemente se quede en la calle.
Las enfermeras del hospital Carrión y los familiares de otros pacientes se conmueven por la situación de la humilde abuelita.
"Está flaquita y no podemos encontrar sus venas para poder aplicarle el suero y que será ahora que salga del hospital quien verá por ella", comenta una enfermera.
De vez en cuando viene a verla una nieta, pero ella trabaja todo el día y no puede encargarse de la abuelita. Ante el drama de esta mujer la abuelita demanda la ayuda de las autoridades.