Las tuberías de la empresa estatal Sedapal no dejan de hacer agua en Lima. A los aniegos que causaron sus cañerías en Villa María del Triunfo y Carabayllo, ayer le tocó el turno a Villa El Salvador. Uno de esos conductores se rompió y afectó a por lo menos diez asentamientos humanos.

La madrugada fue alarmante para los pobladores que viven a la altura del kilómetro 17.5 de la Panamericana Sur, luego de que una tubería de impulsión de desagüe de Sedapal se reventara y expulsara gran cantidad de agua, afectando también a varios comercios de la zona.

"Fue terrible. Estaba descansando cuando vi ingresar un río de agua. Entré en desesperación, pues el líquido se metía a presión por entre las puertas. Se malogró la balanza que es con lo que se trabaja acá", lamentó aún nervioso el vigilante Julio Marañón.

El agua sucia y maloliente invadió por completo un amplio tramo de la transitada Panamericana Sur, causando que dos coasters llenas de pasajeros y más de una decena de vehículos quedaran varados en medio de la vía.

"Tuvimos que poner tablas de madera como puente para que los pasajeros salgan del vehículo. He perdido un día entero de trabajo y mi carro está arruinado", manifestó preocupado el transportista Edgardo Ravines.

A su vez, la administradora de la empresa "Balanzas del Sur", Bertha Aronés, reveló que la balanza con la que trabajan quedó inservible y calculó pérdidas por encima de los 100 mil soles.

"El aniego se inició temprano y Sedapal no se ha acercado hasta ahora a apoyarnos en sacar el agua. Cada uno de los trabajadores hemos tenido que ensuciarnos por completo para sacar esta agua pestilente", indicó Aronés.

Pero la situación se tornó incontrolable a eso de las 11 de la mañana, cuando una larga fila de vehículos que no quería pasar por temor a quedar averiados, bloquearon aún más la vía, incrementando el problema de tránsito hasta más de 30 kilómetros de la carretera.

"Me ha tomado más de dos horas recorrer este tramo, que normalmente tarda 45 minutos. Además, me da miedo pasar por encima del agua, pues mi carro es eléctrico y puede malograrse", lamentó una conductora.

La molestia también fue generalizada entre los pobladores del asentamiento humano San Agustín, situado a escasos metros del tramo de la Panamericana, pues indicaron que el agua ha llegado hasta la puerta de sus casas esparciendo un fétido olor y favoreciendo la aglomeración de moscas.

"Yo tengo hijos pequeños, ¿y si se enferman? Hasta ahora no ha venido de Sedapal a revisar esta zona. Además nos encontramos sin agua. Qué negligencia y falta de consideración", declaró la moradora Giovana Retamozo.

ALGUNAS OPCIONES. Al respecto, el exministro de Economía y especialista en temas de saneamiento, Pedro Pablo Kuczynski, opinó que este nuevo aniego es una clara demostración de que estamos "atrasadísimos en el tema del agua potable".

Según PPK, se requiere una reforma integral no solo de Sedapal sino de las otras 50 empresas públicas de saneamiento -a cargo de los gobiernos regionales- pues todas pierden mucha agua, con niveles que llegan a entre 30% y 50%.

"Están muy atrasadas en su facturación, no tienen dinero ni reservas para hacer las obras y están todas muy atribuladas", indicó a Correo.

Kuczynski está convencido de que el sistema de la administración del agua y el desagüe en el país requiere de una reforma radical pero aclara que una privatización, por cuestiones políticas, es imposible de realizar en los actuales momentos.

Ante ello, PPK plantea empezar a tercerizar algunas actividades de estas empresas, como por ejemplo el cobro del servicio o el tratamiento de los desagües como se hizo con La Taboada y La Chira.

"Luego vendrá tercerizar el mantenimiento y al final, los usuarios deben ser accionistas de estas empresas para que funcionen", planteó.

NUEVO ESQUEMA. Para que los propios usuarios puedan ser accionistas de la empresa, PPK cree que primero se podrían entregar bonos del buen pagador y acciones con el fin de que las empresas puedan ser parte del llamado "capitalismo popular".

"Privatizar al estilo de Margaret Thatcher, como se hizo con aguas argentinas en Bs. As. o las aguas de El Alto en Bolivia no funcionó porque hubo una falta de coordinación con los usuarios y el pueblo", dijo.

Agrega por eso que una ruta intermedia sería cambiar el esquema para que el público pueda convertirse, poco a poco, en accionista.

La idea -añadió- es que siga siendo una empresa pública, pero que cotice en bolsa.

"Habría que empezar con Sedapal y Sedalib en Trujillo. Se necesita un cambio radical, como estamos no podemos seguir", finalizó.

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