Más de cincuenta establecimientos de venta de licor (entre chicherías, cámaras de gas y casas donde se expende bebidas alcohólicas) existen actualmente en el pueblo joven El Progreso. Si a ello le sumamos la existencia de cuatro fumaderos, al menos un lenocinio y más de 25 calles atestadas de comercio ambulatorio, sin duda estamos hablando de un grave problema en el sector más crítico de la ciudad.
Según las últimas cifras que arroja el diagnóstico situacional de inseguridad ciudadana correspondiente al presente año, las chicherías y cámaras de gas están mayormente ubicadas en la avenida Buenos Aires y en los jirones Los Andes, Jorge Chávez e Independencia. Por su parte, los fumaderos han sido reconocidos en la cuadra 12 del jirón Manuel Ruiz y reincidentemente en Los Andes y Jorge Chávez.
En la primera cuadra de la avenida Buenos Aires está ubicado el único lenocinio que los vecinos identifican (el diagnóstico situacional fue elaborado con la participación del vecindario). Y obviamente el caótico comercio ambulatorio -presente en casi la mitad de calles de El Progreso- contribuye a crear una atmósfera favorable para la existencia de antros donde se reúnen personajes de mal vivir que a través de sus actos delictivos mantienen en ascuas a una población que durante décadas se ha "acostumbrado" a vivir insegura y en las lamentables condiciones que menoscaban su entorno y forma de vida.
Denuncia desidia edil
El secretario general de El Progreso, Enrique de la Cruz, criticó ácidamente a las autoridades ediles, de quienes dijo "se movilización sólo cuando hay muertes y después no funcionan". Nuestro interlocutor declaró que las gerencias de Comercialización y Transportes de la comuna provincial son los principales responsables de que los antros sigan funcionando, así como de la existencia de paraderos informales que afectan la tranquilidad de los vecinos."Yo mismo he discutido con Ernesto Almanza (gerente de comercialización) edil, pero nada funciona", criticó el dirigente.
Paraderos originan caos
Ubicados en Derteano, Buenos Aires y arterias aledañas, paraderos de colectivos, vehículos menores interprovinciales y estacionamientos ilegales, originan suciedad, desorden y destrucción de las pocas áreas verdes que los vecinos instalan con mu-cho esfuerzo. Vecinos de la avenida Buenos Aires exigieron reubicación urgente de los mismos y presencia policial para acabar con transportistas. Coordinadores de varias cuadras de El Progreso criticaron la renuencia de los colectiveros a trabajar en orden y bajo las normas mínimas de higiene.
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Sitiados por chicherías, antros y fumaderos
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