"Sudado de Tramboyo", una exquisitez para el paladar

Es un plato "levanta muertos". Tiene que ser preparado a base de tramboyo, aquel pescado que habita en las peñas y que contiene proteínas, nutrientes, calcio, hierro y vitaminas A, B12, C, D y E y tiene cero colesterol.

Esta delicia es una alternativa en el arte gastronómico y si es preparado por manos expertas como las de Humberto Herrera Mejía y su esposa Maritza Guerrero Concha, ya es otra cosa.

FAMOSO SUDADO. El destino unió a estos personaje que se conocieron en el arte culinario preparando el famoso "Sudado de Tramboyo", del cual él quedó impresionado y desde aquel entonces hace 10 años se dedican a preparando ricos potajes. "Es un platillo que hace que los comensales salgan chupándose los dedos, aunque otros que están débiles se quedan dormidos", señaló el cheff.

PREPARACIÓN. Según contó doña Maritza la preparación del "Sudado de Tramboyo" consiste en colocar en una cacerola el caldo de pescado, la chicha de jora, tomates, cebolla, el ajo y condimentos al gusto. Luego se le agrega el pescado tramboyo y lo dejan cocinar por espacio de veinte minutos a fuego moderado.

Una vez cocido el pescado se le agrega la cebolla y el ají escabeche cortado y se deja cocer por treinta segundos, al final se añade el culantro. Finalmente el pescado se sirve acompañado con arroz blanco y yuca sancochada. ¡ Una delicia!

NOVELA DE AMOR. Pero volvamos a nuestros personajes. Humberto trabajó en Tumbes y Piura como cheff en diferentes restaurantes hasta el año 1994, luego regresó a su natal Lalaquiz a terminar su secundaria que la abandonó para enrolarse al Ejército y en el año 1996 ingresó al colegio San Antonio y hace vida religiosa como franciscano. Mientras tanto Maritza desde los 17 años es cocinera e ingresó a estudiar enfermería, la misma que abandonó porque le pusieron una práctica que no le gustó.

Corría el año 2001 y conoció a Humberto que salía de permiso del colegio y la visitaba, tanto fue el amor nacido entre estos dos cheffs, que ella abandonó sus estudios y él renunció a su vida religiosa. Más pudo el amor y al gusto por la cocina que hoy convertidos en dos grandes cocineros preparan toda clase de platos a base de pescados y mariscos, siendo sus plato bandera el "Sudado de Tramboyo".