Sobre la cama de su habitación ubicada en el Malecón Gálvez N° 880, de la provincia de Tarma, yacía el cadáver de Javier Antonio Soto Huamán (44), la policía llegó hasta este lugar y peritos corroboraron que no había signos de violencia.
Según versión de sus familiares, Javier Antonio sufría de cirrosis aguda, notificando a la representante del Ministerio Público a fin de realizar el levantamiento de cadáver y demás diligencias.
A su llegada al lugar de los hechos la representante del Ministerio Público, con quien se procedió a realizar el levantamiento de cadáver, no se le encontró documentación alguna y según las evidencias y primeras pesquisas el occiso habría fallecido producto de una cirrosis aguda por la cual venía siendo tratado en la ciudad de Lima.