Va a cumplir 30 años como religioso. Hace años fue presidente del Club San Sebastián y tenía como técnico a Clemente Palacios “Mundi”. Se trata del reverendo padre Juan Carlos Navarro Tiburcio, vicario de la parroquia “Señor de los Milagros”, también es docente del Colegio Ángela Moreno de Gálvez. Estudió en ESEFUL y se recibió como flamante entrenador de fútbol, y ahora conforma la directiva como secretario de prensa y propaganda de la Asociación Nacional de Entrenadores de Fútbol del Perú Filial Tarma. Es hincha del ADT de Tarma, Universitario de Deportes y el Bayer de Múnich. Muy asequible a la prensa dialogó con Correo.
¿Qué lo motivó a ser entrenador de fútbol padre?Conocer mejor el deporte, ya que antes de niño jugaba en el Interbarrios de la Prensa, pero ahora quería aprender más técnicas del fútbol y esa fue mi motivación, que me inculcó también el entrenador Rolando Echegaray y me llevó a ESEFUL.
¿Conoce algún caso similar en el Perú?
No, pero siempre me ha gustado ver jugar a los padres vicentinos en la Segunda División y son muy buenos deportistas.
¿A qué equipo tarmeño le gustaría dirigir?
Ninguno, pero sí a todos, al ADT de Tarma, Sport Dos de Mayo, Carhuacatac y otros, aunque sé que no estoy para un equipo, pero lo hago por el deporte y voy a contribuir para mejorar el fútbol tarmeño con la esperanza que Tarma nuevamente tenga fútbol profesional.
¿Cuál sería su estilo de juego?
Ofensivo. Siempre empezaría con un 4-2-4, con delanteros que sean buenos. Atacar y atacar para lograr el objetivo y ganar. También emplearía un sistema de 4-3-3.
¿A qué técnicos admira?
A uno solo: a Marcos Calderón, técnico peruano de la Copa América 1975 que logró el título. De todos estoy a la expectativa y ninguno me ha convencido, ni los técnicos de la selección, menos aún del ADT de Tarma, ya que no hay seguridad y no dan confianza a los jugadores.
¿Cuál será el equilibrio como religioso y técnico?
Bueno, como religioso formaría en lo moral, sobre todo haciendo participar en una que “sí se puede”. Como técnico tendría que darle (a los jugadores) la fuerza y esperanza para el triunfo, en beneficio de su equipo donde participan, y que los jugadores no sean engreídos.
JUAN CARLOS NAVARROVICARIO DE LA PARROQUIA SEÑOR DE LOS MILAGROS
ESTUDIÓ EN ESEFUL Y SE RECIBIÓ COMO ENTRENADOR DE FÚTBOL

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