¿Como es un día de trabajo de una Policía de Transito en Huancayo?

Tomba de m..., le dice un chofer de combi a una joven policía de tránsito. Estamos entre Ica y Ferrocarril  en Huancayo y son las 11 de la mañana. La suboficial Jina Mantari no lo ha escuchado, pita su silbato y le ordena que avance. 

El chofer de la empresa Expreso Chupaca, caprichoso, avanza despacio. Minutos después, otro chofer se pasa la luz roja. Jina lo detiene y le dice que le pondrá una pepeleta. ¿Qué?, se pregunta el chofer. Baja de su auto y se acerca violento. La suboficial está seria. Escribe la papeleta y fin. ¡Policía ratera!, le grita el chofer.

“Todos los días es así”, cuenta Jina y dice que ya está acostumbrada. Su trabajo es hacer circular los vehículos que se aglomeran en la intersección más caótica de Huancayo: Ica y Ferrocarril. Allí el desorden es tan normal como los robos.

CASOS. La policía no solo hace circular a los carros, sino atiende denuncias, atrapa a ladrones y ayuda a las abuelitas. Cintia Lazo es otra suboficial, promoción de Jina. “en los 6 años que estoy en tránsito he escuchado todas las groserías del mundo. y no solo eso, hay choferes malcriados que te meten el carro, te intentan golpear”, dice. Hace unos meses Cintia fue agredida por un chofer de auto particular y aunque fue denunciado, la Fiscalía solo dejó como citado al mal chofer.

A Jina le ocurrió lo mismo. a un año de salir de la Escuela de Policías, un chofer la arrastró con el vehículo. “cuando lo intervine, quiso irse, yo lo agarré y fue cuando me arrastró hasta que lo solté”, cuenta.

Cifras. Según las cifras del departamento de tránsito, hasta el 26 de marzo habían alrededor de 1090 papeletas puestas en un solo mes.

Las faltas más frecuentes son obstaculizar tránsito, mal uso de la bocina, o pasarse la luz roja. Al igual que Jina y Cintia, en Huancayo hay 157 policías destinados a vigilar el orden. no todos en las calles, claro, su labor también es administrativa, algunos destacados, de vacaciones, etc.

Su turno inicia a las 6:30 de la mañana, tiene media hora para comer y hasta las 2 de la tarde que acaban acaloradas por el uniforme oscuro, cansadas de soplar y levantar la mano, quemadas por el sol y con 100 groserías por día.

Ellos. los choferes también se pronuncian. “a veces son abusivas, te paras un rato, ya te meten la papeleta. no te aceptan nada”, señala Marlon, un cobrador en la ruta Chupaca- Huancayo.

Antes de dejar a Jina, le preguntamos cuál es el principal problema en estas calles congestionadas: “Los mismos peatones ocasionan el caos. Saben que no deben subir allí, pero lo hacen. La responsabilidad es 50/50.” Y se va, diciéndole a un chofer que avance, señor, avance, pero el señor no quiere.